Costa Gorel es un artista judío que vive y trabaja en España. Ha crecido en las tradiciones del Renacimiento del norte de Alemania. Su trabajo se inspira en el expresionismo austríaco-germano, mostrando las tradiciones de Egon Schiele, Oskar Kokoschka, Ferdinand Hodler y Emil Nolde. En sus obras Costa explora los estados emocionales y psicológicos, a menudo representándolos a través de las interacciones de una figura con diferentes espacios, objetos y artículos de moda. Las pasiones de sus personajes se expresan a través de la arquitectura y elementos compositivos. Usualmente trabaja con óleo y acuarela.

Los principios básicos que sigue cuando crea sus pinturas son los del Barroco, el Renacimiento, y el interiorismo. La arquitectura juega un papel principal en su vocación pictórica porque está compuesta de piedra y se basa en la proporción áurea. Él trata de incorporar elementos de la arquitectura gótica y barroca en la vida cotidiana de sus personajes, a través de bolsas y accesorios que llevan el ADN del patrimonio arquitectónico. Pretende mostrar así que, a pesar del cambio de tendencias y eras, las cosas esenciales son inamovibles e invariables. Usa la sexualidad y la desnudez como herramientas para mostrar vulnerabilidad, inseguridad, y al mismo tiempo pasión y sed de vida, las cuales son eternamente inseparables.

Su personaje es Orlando, de la novela de Virginia Woolf con el mismo nombre, el cual conoce el mundo moderno, pero recuerda la experiencia de los siglos pasados. El artista cree que la descripción de la esencia interior de sus personajes se corresponde perfectamente con la cita de la misma escritora en otra de sus novelas, “Una habitación propia”: “La belleza del mundo que tan pronto perecerá tiene dos filos, uno de risa, otro de angustia, partiendo el corazón en dos.”