Art Madrid'25 – LA ATEMPORALIDAD DE REGINA GIMÉNEZ

En casa Walter, 2004. Pintura, collage sobre madera

 

 

Regina Giménez (1966) nacida en Barcelona a mediados de los 60 nació en un mundo a caballo entre lo imaginario y lo real. Siempre haciendo alusión a objetos que transmiten un sentimiento de soledad y encaminan a un viaje introspectivo hacia lo infinito. Globos terráqueos, barcos o faros, alimentan esa sensación intimista que sugiere la soledad de la vida en la urbe. Su principal creación son escaparates que muestran una filosofía de vida postindustrial y consumista.

 

 

Your eyes are windows, 2002. Pintura, collage sobre madera

 

 

Sus collages combinan el alma artesana con la técnica fotográfica. Esta metáfora sobre la dualidad de la naturaleza con el mundo urbano se unifican en arquitecturas de paisajes casi abstractos. Las tramas narrativas dentro de sus obras, atraen la estética vintage, su iconografía y su alma poética son el transporte hacia a ese pasado tan cercano en la actualidad. El cartelismo cinematográfico de los 40 también se encuentran muy presentes en la obra de la artista. La interpretación libre es el guión para la lectura de estas obras.

 

 

La boutique aux trovailles, 2004. Pintura, collage sobre madera

 

 

Esta exposición suspende al visitante en el tiempo, la atemporalidad, es un recurso muy estudiado por Regina. La tonalidad ocre y poco intensa nos recuerda a técnicas fotográficas utilizadas en los años 50, la tipografía clásica y cuidada nos recuerda a décadas congeladas en el tiempo. Seguimos con la idea intimista y de un escenario un tanto desolado. Las figuras estáticas intentan aparentar dinamismo pero a la vez se sienten congeladas. Movimientos a medio recorrido y lugares abandonados son el común denominador de estos collages.

 

 

Chez Tou, 2003. Pintura, collage sobre madera

 

 

El color cálido contrasta con la frialdad de tiempos pasados. La nostalgia y la melancolía recorren el alma del visitante cuando las visualiza. Muchas de estas obras son claros guiños a artistas tan conocidos como Miró, esto demuestra una vez más el conocimiento artístico de la artista y su capacidad de mimetizarse con su propia creación. Esta exposición virtual se puede visitar en el MUSEU VIRTUAL D’ART CONTEMPORANI CATALA  de Barcelona. Una experiencia muy positiva de disfrutar una exposición a distancia.

 

 

 

Aurelio San Pedro

CONVERSACIONES CON MARISOL SALANOVA. PROGRAMA DE ENTREVISTAS. ART MADRID’25

Aurelio San Pedro (Barcelona, 1983) dibuja con gran delicadeza, centrando su atención en escenarios naturales y decantándose por el blanco y negro. La memoria es muy importante en su proceso creativo, que se basa en el tratamiento del recuerdo como vía de expresión plástica. Su formación en ingeniería y topografía impregna parte de la búsqueda de imágenes que le inspiran para escoger los paisajes ideales, que genera a partir de lugares reales y también fabulados.

El proceso de cada una de sus piezas es lento, suponiendo un concienzudo ejercicio de introspección para el artista. El papel es casi un fetiche para él, teniendo tanta importancia las partes que decide intervenir como las que deja en blanco. Fluctúa entre abstracción y figuración sin dejar de mantener un estilo propio, identificable y de un profundo calado.


Return to Oneself. De la serie Books and Landscapes. 2024. Técnica mixta. 100 x 100 cm.


¿Qué rol juega la experimentación en tu proceso creativo?

En mi proceso creativo la experimentación juega un rol muy importante a nivel conceptual y estético. La obra avanza en paralelo y a medida que van sucediendo acontecimientos, se va definiendo lo que será la obra final. En cuanto a nivel de producción, sí que depende mucho de la serie en la que me encuentre trabajando en ese momento. Por ejemplo en la serie Books, que es una serie realizada con fragmentos de libros, la tridimensionalidad es fundamental. Mientras trabajaba en ella, me iba encontrando con lo que es la prueba y el error; el residuo, la simplificación y la agilización de los procesos.

En cuanto a los dibujos, la experimentación física es mucho menor. Pero también hay encuentros, búsqueda de herramientas, ensayo y cambios dentro del proceso de trabajo . Por ejemplo, en Landscapes uso un lápiz con tres extensores que hace unos cincuenta, sesenta centímetros. En las dos últimas series, Iceland y Nature, he tenido que aprender a desplazarme y a ubicarme en la naturaleza y además también he tenido que depurar bastante la técnica a nivel de dibujo.


Siempre se topaba con la misma piedra. Detalle. de la serie Books and Landscapes. 2024. Técnica mixta. 10 x 19 cm.


¿Cuáles son tus referentes?

No podría señalar referentes estéticos concretos, pero sí mencionar aquellos que han dejado una huella en mi trayectoria. En primer lugar, a mi padre, por su vínculo con el arte y la arquitectura. También Antoni Marqués, un reconocido artista catalán con quien tuve la fortuna de aprender durante un año en su estudio.

A nivel histórico, la obra de Magritte y Joseph Kosuth ha sido una gran influencia para mí. En cuanto a lo formal, encuentro cierta conexión con el arte povera y me identifico con el minimalismo.


Twenty Dark Episodes. 2024. de la serie Books and Landscapes. Mixed media. 100 x 100 cm.


¿Cómo aplicas el recuerdo, la memoria, a tus dibujos?

Gran parte de mi obra, si no toda, se basa en este recurso. Comencé con la serie Diane, una serie de dibujos a lápiz que reproducían fotografías antiguas de Diane Arbus. En ellos, eliminaba a los personajes principales y sólo conservaba los fondos. Estos dibujos se complementaban con dípticos donde se incluía la descripción del personaje ausente, el lugar donde se tomó la fotografía y el año en la que se realizó. De este modo, se generaba un diálogo entre presencia y ausencia, explorando la memoria y el recuerdo.

Más adelante trabajé en Landscapes, una serie mucho más etérea en la que, a través del recuerdo personal, buscaba representar una imagen idealizada e indefinida. Actualmente, desarrollo Nature e Iceland, proyectos que reflexionan sobre la memoria natural en relación con la propia forma del paisaje.

Me interesa plantear preguntas como: ¿Cómo ha llegado una piedra hasta allí? ¿Cómo se ha formado este río meandriforme? Un simple paisaje encierra innumerables huellas y procesos. Para mí, esa es la esencia de la memoria en mi trabajo.


ST.3. De la serie Iceland. 2024. Lápiz sobre papel. 120 x 100 cm.


¿Cuánto tiempo te lleva trabajar en tus obras?

El tiempo que dedico a cada obra depende principalmente de su complejidad y de las características específicas de la pieza. En general, suelo invertir entre dos y cuatro semanas en cada trabajo, con una media aproximada de tres semanas. Esto varía, ya que algunas obras requieren más tiempo de reflexión, ajustes o detalles, mientras que otras pueden surgir de manera más fluida. La variedad en el proceso creativo es lo que marca la diferencia, ya que cada pieza tiene sus propias exigencias y ritmos, lo que hace que cada experiencia de creación sea única.


Return to Oneself. De la serie Books and Landscapes. 2024. Técnica mixta. 100 x 100 cm.


¿Por qué eliges transmitir mediante el blanco y negro?

El blanco y negro me atrae profundamente por su atemporalidad. Este enfoque visual no solo evita distracciones, sino que también elimina ciertos detalles que podrían restar misterio a la obra, permitiendo que el espectador se enfoque en lo esencial. La ausencia de color y la luz difusa que utilizo en mis obras contribuyen a una sensación de distorsión y vaguedad, lo que, para mí, amplifica el carácter enigmático de la imagen.

Al omitir el volumen y el color, se crea una atmósfera que invita a la interpretación, dejando espacio para que el espectador proyecte su propia narrativa sobre lo que ve. Esta cualidad de incertidumbre y sugestión es lo que considero tan potente en el uso del blanco y negro.





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