Art Madrid'24 – La Ilusión del lejano Oeste en el Museo Thyssen de Madrid

 

 

 

Era la tierra más salvaje, preciosa y mágica de aquel lado del Mississippi. Toro Sentado, Billy El Niño, llanuras polvorientas con manadas de búfalos, caballos salvajes escrutando un horizonte de cataratas y espesura paradisiaca…  La exposición “La Ilusión del Lejano Oeste” tiene tanto de mito y entusiasmo romántico, como de tópico y excusa colonizadora pero consigue pulsar la tecla adecuada para dejarnos, una vez más, con la boca abierta ante los paisajes de la tierra prometida, ante la dignidad de los indios salvajes, su comunión con la naturaleza más exuberante, su conexión con Dioses todo poderosos… y cómo aquellos descubrimientos de los pintores y artistas del S.XIX acabaron pasando por el filtro del mercado y el cine para hacer de aquellos “buenos salvajes” una parodia de la desdicha, en el relato de una desaparición anunciada.

 

 

 

 

La exposición, comisariada por el artista Miguel Ángel Blanco, reúne más de 200 piezas entre pinturas, fotografías, grabados, libros, tebeos, carteles de cine, piezas etnográficas… y recuerda así a un gabinete de curiosidades que mezcla piezas artísticas con objetos y “tesoros” de aquella naturaleza (piedras preciosas, armas, fósiles, caparazones de tortuga,...). Como ha explicado Guillermo Solana, director del museo, “en un momento en el que puede que los museos sean demasiado planos y previsibles, nos hemos querido remontar a ese momento en el que no había división entre Arte y Naturaleza y a partir de un tema en el que fantasía y realidad van de la mano. Se narra un momento en el que los territorios de los indios habían sido ya ocupados y la mayor parte de sus habitantes, exterminados junto a sus tradiciones culturales”.

 

 

 

 

Los primeros exploradores españoles, el primer contacto con las tribus nativas allá por el S.XVI, los paisajes y fotografías de artistas del XIX como Thomas Hill, Henry Lewis, Albert Bierstadt, Carleton E. Watkins, que marcaron un episodio apasionante en la historia del arte ya que fueron los ojos que registraron el exotismo y la grandiosidad de las nuevas tierras conquistadas y sus habitantes. Otra parte de la exposición es la dedicada a los jefes indios, con sus tocados, las pinturas corporales o los objetos de poder que portaba cada uno de ellos. Por primera vez en España se muestran los famosos retratos realizados por Karl Bodmer y George Catlin, ante los que los propios indios - Toro Sentado, Gerónimo o Joseph - se ofrecían para registrar su imagen y su poder. Edward S. Curtis fue el autor de la serie fotográfica y editorial El indio norteamericano, un controvertido y valiosísimo conjunto artístico y etnográfico, hoy en gran parte perdido, del que se han seleccionado varias imágenes. Curtis retrataba a los jefes indios cuando iban a la capital para intentar rescatar los derechos de sus pueblos.

 

 

 

 

 

 

Por último, el comisario de la exposición, presenta un conjunto de libros-caja de su Biblioteca del Bosque realizados con materiales procedentes de los territorios del Oeste americano. Hasta el 7 de febrero en el Museo Thyssen de Madrid podremos dar un paseo por la historia política, militar y estratégica de EE.UU, y hacer un recorrido por la construcción de su propia leyenda como nación. Leyenda que el resto del mundo hemos bebido en formato cinemascope: carteles de La diligencia, Comanche, La venganza de un hombre llamado Caballo…

 

 

 

 

Entre las actividades paralelas a la exposición se encuentra la visita "La muerte tenía un precio", este próximo sábado 14 de noviembre, a la Dehesa de Navalvillar de Colmenar Viejo, lugar de rodaje de westerns tan importantes como "El bueno, el feo y el malo" con Clint Eastwood, "La última aventura del General Custer" con Robert Shaw, "Tres forajidos y un pistolero" con Lee Marvin o "Django" con Franco Nero. Esta actividad está dirigida a estudiantes y licenciados en Bellas Artes, Historia del Arte, Museología, Filosofía, Ciencias de la Comunicación, prácticas interdisciplinares y artistas en activo.
 

ART MADRID: ¡20 AÑOS DE ARTE CONTEMPORÁNEO!


En un mundo donde el arte contemporáneo está en constante cambio, nuestra feria ha decidido dar un paso hacia el futuro con una nueva imagen que refleja nuestra evolución, energía y compromiso con el arte que se realiza dentro y fuera de España. Nuestro nuevo logo, colores y tipografía son el reflejo de un enfoque orgánico, dinámico y en sintonía con las tendencias actuales.

Hemos decidido darle una vuelta de rosca a nuestra identidad, pero que quede claro: esto no es solo un rebranding estético, es un cambio que refleja lo que somos hoy y hacia dónde queremos ir. Seguimos siendo nosotros: Art Madrid, una feria cercana, abierta, accesible y diáfana, pero con un aire más fresco, más dinámico, más acorde a estos tiempos. Apostamos por el movimiento, la diversidad y el optimismo. Porque creemos que el arte no es estático; el arte se mueve, conecta y evoluciona, y queremos que esa evolución se note también en cómo vivimos los procesos de creación dentro de nuestro evento.

Estas dos décadas han sido un viaje increíble, lleno de retos, aprendizajes y, sobre todo, mucho arte contemporáneo. Nos permitimos mirar atrás un poco y sentirnos afortunados por todo el camino que hemos recorrido junto a artistas, galeristas, colaboradores, amigos y el público que nos ha acompañado hasta aquí. Hoy Art Madrid se renueva, mira al futuro con ganas del camino por venir, ideas frescas y un compromiso más grande que nunca con la creatividad, la accesibilidad y el diálogo cultural. Queremos seguir siendo ese punto de encuentro donde el arte y la sociedad se conectan de una manera especial, y donde Madrid brilla como uno de los epicentros del arte contemporáneo a nivel internacional.



AHORA EL DISEÑO

El cambio no es algo que sucede por azar; es el resultado de escuchar atentamente, de observarnos y de entender que cada etapa exige su propia forma de expresión. Hoy, en Art Madrid, presentamos una nueva identidad que no solo refleja quiénes somos, sino que abraza todo lo que podemos llegar a ser.

Nuestra esencia no ha cambiado, pero la manera en que la compartimos con el mundo sí. Este nuevo diseño es más que un cambio de imagen; es un compromiso con lo esencial, con lo auténtico de nuestra feria. Hemos optado por una estética limpia y simple, construida a partir de elementos básicos que reflejan nuestra búsqueda de claridad, equilibrio y profundidad. En la sencillez reside la fuerza, y esta transformación lo demuestra. El arte es dinámico, orgánico, siempre en movimiento. Y nuestra identidad visual debía ser un reflejo de eso: original, sólida, flexible y con capacidad para evolucionar. Estos principios son los que han guiado cada decisión en este proceso. Nuestro logotipo, con su tipografía rediseñada y sus trazos cuidadosamente pensados, transmite la seguridad de quien sabe de dónde viene y hacia dónde va. Es una marca que no necesita adornos para destacar, porque cada detalle habla con intención.


LOS COLORES DE LA EMOCIÓN

Pero no todo está en la forma; también está en el fondo. Los colores, vibrantes pero equilibrados, están diseñados para conectar a nivel emocional. Representan nuestra visión del arte: accesible, humano, transformador. Con ellos, queremos que cada encuentro con nuestra marca sea una experiencia que perdure, que inspire, que deje huella. Este cambio también refleja nuestros valores más profundos: trascender lo puramente comercial para convertirnos en un puente hacia algo más significativo. Apostamos por iniciativas que fomenten la educación, la sensibilidad y la creatividad artística. Sabemos que el arte tiene la capacidad de enriquecer no solo a quienes lo crean, sino a toda una comunidad. Y eso es lo que queremos seguir haciendo: contribuir al tejido cultural y social que nos rodea.

ART MADRID: UNA MARCA VIVA Y FLEXIBLE

Nuestra marca no es estática, es un organismo vivo. Es flexible y orgánica, capaz de adaptarse a los distintos escenarios que enfrentamos, moviéndose entre lo emocional y lo racional con naturalidad. Esta flexibilidad es esencial para seguir siendo relevantes en un mundo que no deja de cambiar. Cada parte de esta transformación, desde el isotipo que puede ser utilizado de manera independiente hasta la tipografía Satoshi Bold con su modernismo equilibrado, está pensada para generar reconocimiento, fidelidad y participación. Queremos ser más que una marca, queremos ser un símbolo. Un lugar donde lo abstracto y lo concreto se encuentren, donde el espectador pueda explorar con su imaginación.

SOMOS ART MADRID

Mirando al futuro, reafirmamos nuestro compromiso con las nuevas generaciones. El arte emergente no es solo el futuro; es el presente que merece ser visto, apoyado y celebrado. En Art Madrid, creemos en ser un espacio donde esos talentos encuentren un hogar y una comunidad que los impulse a soñar más alto. Esta no es solo una transformación estética; es una declaración de intenciones. Es nuestra manera de decir que el arte importa, que el arte conecta, que el arte transforma. Queremos que este nuevo lenguaje visual sea el puente que nos acerque más a ti, a los artistas, a las galerías y a todos aquellos que hacen del arte una parte fundamental de sus vidas. Bienvenid@ a esta nueva etapa de Art Madrid. Es limpia, renovada, con la misma pasión de siempre, pero con un horizonte mucho más amplio. Y queremos caminar contigo hacia allí.