Nueva objetividad: de la naturaleza a la industria
4 jul. 2017
exposiciones
© Albert Renger-Patzsch
Renger-Patzsch (1897-1966) se acerca a la fotografía por influencia de su padre, fotógrafo aficionado. Estudió humanidades y, después del servicio militar obligatorio (donde colaboró como ayudante científico), comenzó química en la Universidad de Dresde, carrera que abandonó para dedicarse profesionalmente a la fotografía. Siente además inclinación hacia la escritura, a lo largo de su vida escribió más de treinta libros sobre fotografía. Entre ellos, destaca “Die Welt ist schön” (El mundo es bello), de 1928, que se convierte en un clásico sobre la fotografía moderna.
© Albert Renger-Patzsch
La exposición se estructura en distintas secciones que ofrecen un panorama de su trayectoria artística, en la que combina sus proyectos personales con prácticas de carácter comercial. Renger-Patzsch fue una figura clave en la Nueva Objetividad alemana, desarrollada durante las décadas de los 20 y 30. Esta tendencia surge como reacción al expresionismo previo y persigue una representación del mundo lo más objetiva posible en una Europa atravesada por múltiples transformaciones. Renger-Patzsch consideraba la fotografía como un invento técnico y por tanto perteneciente al mundo de la ciencia.
© Albert Renger-Patzsch
En una primera etapa trabajó para una editorial, realizando fotografías de plantas y flores con mucho rigor técnico. Los fondos neutros, oscuros o desenfocados permitían centrar la atención en el detalle. Desarrolla un trabajo lento y muy meditado que le lleva a representar una realidad fiel y absolutamente objetiva. Los trabajos de sus primeros años culminan en su libro “Die Welt ist schön”, que recoge 100 imágenes que representan tanto la naturaleza como el mundo construido por el ser humano: plantas, paisajes, objetos, la arquitectura, la ciudad, las máquinas, etc. Sus fotografías muestran su interés por la serialidad y la industria. En ellas destacan las acentuadas perspectivas y los contrastes de luces y sombras.
© Albert Renger-Patzsch
Se observa cómo el artista presta atención a la ciudad como territorio por excelencia de la modernidad. Esta se convierte en el lugar donde converge de manera violenta lo antiguo con lo nuevo. Utiliza encuadres difíciles, haciendo uso de la geometría. Posteriormente, se centra en el sentimiento de quietud que ofrece la naturaleza; a lo largo de grandes paseos trataba de encontrar las condiciones más apropiadas para sus tomas fotográficas. En este momento, presta atención a las formas orgánicas y a las diferentes texturas que contrastan con aquellas superficies pulidas de las formas de la industria.
© Albert Renger-Patzsch
Renger-Patszch propone en sus fotografías una mirada que se dirige a los nuevos tiempos. Podrán visitarse durante los meses de verano y hasta el 10 de septiembre en la sede de Recoletos de la Fundación Mapfre, donde se expone de manera simultánea otra muestra que plantea un recorrido por el retrato fotográfico del s.XX.
© Albert Renger-Patzsch