Art Madrid'25 – ARTE URBANO, SURREALISMO POP, POST GRAFITI... LAS GALERÍAS APUESTAN POR LA EXPRESIÓN DE LA CALLE

Mr. Brainwash, “Andy Warhol”, técnica mixta sobre cartón, 2016.

 

 

 

La calle es espacio de libertad, territorio de creación estética y canal de expresión, los objetos de consumo y los productos de deshecho de nuestra sociedad hiperconectada son herramientas de comunicación, de protesta, de crítica, de ironía… La veterana Galería Kreisler es un buen ejemplo de esta adaptación a los nuevos modos de hacer arte. Fundada en Madrid en 1965, abrió espacios en Nueva York (1970-1975), Barcelona (1979-2002) y Miami (1993-1995) para estar al tanto de movimientos interesantes en grandes capitales del arte y hoy, con más de 50 años, es un referente por su eclecticismo, su rigor y su apertura al arte urbano contemporáneo.

 

Kreisler ha conseguido hacer convivir su historia y su espectacular fondo de artistas consagrados (Miró, Tapies, Picasso, Joseph Beuys...) con las creaciones de los nuevos artistas. Entre esta savia nueva se encuentra Okuda San Miguel, artista cuyo estilo nació en fábricas abandonadas de Cantabria dentro del más puro street art y ahora es absolutamente reconocible y se puede ver en las calles (y en la galerías) de todo el mundo. Dice de sí mismo que es un renacentista contemporáneo admirador de El Bosco y que en sus obras (desde murales de grandes dimensiones a pequeñas piezas bordadas) plantea contradicciones sobre el sentido de la vida y el conflicto entre la modernidad y las raíces.

 

 

 

Spok Brillor, “K”, neón, 2017.

 

 

 

Spok Brillor es una de las figuras más relevantes de la escena del grafiti en España. En los años 90 pintaba sobre trenes y muros de Madrid y adquirió un estilo propio de contornos marcados, brillos, juegos de luces y color saturado y vibrante que mantiene hoy en sus piezas, atmósferas urbanas, casi psicodélicas, en las que espejismos y elementos surrealistas nos hablan, entre otras cosas, de la influencia de las nuevas tecnologías en el arte y de la manipulación digital de las imágenes. Usa tanto el lenguaje figurativo como la abstracción pero siempre mantiene lo fantástico y el humor como ingredientes esenciales.

 

 

 

Mark Jenkins, “Boyz 2 Men”, técnica mixta, 2017.

 

 

 

Otra galería que ha incorporado el espíritu urbano a su fondo es la catalana 3 Punts, poniendo en práctica uno de sus principios fundacionales, a saber, que “las galerías de arte son un elemento dinamizador de la escena cultural” y, como dinamizadores, deben estar al día en lo que a arte emergente y nuevas tendencias se refiere. Y lo hacen buscando la excelencia sobre cualquier disciplina. Además de haber incluído en su cartera a Okuda San Miguel, destaca en este sentido la obra del estadounidense Mark Jenkins. Este artista urbano, polémico y molesto como buen artista urbano, atrapa la atención de los viandantes anónimos de todo el mundo colocando desconcertantes figuras humanas tiradas en la calle, en ríos, en tejados, en contenedores de basura, aplastadas por rocas... Su objetivo: que levantemos la vista del teléfono móvil y seamos conscientes del mundo que nos rodea.

 

Pero si hay un grafitero famoso por dar el salto (y de una manera más que rentable) de las calles a la galería ése es el inglés Banksy, y si hay alguien que recibió sus bendiciones en el circuito del StreetArt de Los Ángeles ése es Mr. Brainwash (Thierry Guetta), protagonista de la película “Exit through the gift shop” -dirigida por el propio Banksy y con metraje del propio Guetta- y otro de las artistas urbanos que traen las galerías 3Punts e Hispánica a Art Madrid. Thierry Guetta, de origen francés, se enamoró del arte callejero a través de su primo Space Invader y decidió filmar con su cámara este movimiento cultural al que acabó rendido, ya como artista, apoyado por figuras como Shepard Fiery y amparado por los encargos de la jet set de Hollywood. Según él, sus obras, pura repetición y referentes pop, “te lavan el cerebro”.

 

 

 

Joaquín Lalanne, “Seguimos pintando”, óleo sobre lienzo, 2017.

 

 

 

Joaquín Lalanne (Argentina), en Art madrid con la galería Zielinsky de Barcelona -ramificación de la Galería Antic & Modern de la que se escinde en 2015 para trabajar exclusivamente con artistas contemporáneos principalmente de Europa y Latinoamérica-, está muy influído también por el pop y el arte callejero y se adscribe a un estilo surrealista en el que hace guiños a Giorgio de Chirico y al barroco con una reivindicación constante: el arte como un espacio de libertad. Con mirada casi daliniana y mucha metafísica, hay quien habla ya del “lalannismo” y de Joaquín como una “joven promesa cuyo arte es espléndido y en el que hay que insistir ya” (Tomás Paredes, para La Vanguardia).

 

 

 

Paul Rousso, “Monopoly money composition”, técnica mixta, 2017.

 

 

 

La galería Hispánica (Madrid) por su parte, nos propone -también junto a obra del francés Mr. Brainwash-  los grandes formatos pop de Paul Rousso, innovador artista americano especializado en transformar lo bidimensional en tridimensional, es decir, en crear volúmenes a partir de una superficie plana. El artista denomina a este formato “Flat Depth” (profundidad plana) y para ello usa complejas técnicas que incluyen la pintura, la impresión, la escultura, la manipulación y la impresión digital. Rousso toma como inspiración la cultura pop y sus contradicciones y se aprovecha del acto irónico de desechar elementos como el dinero, las envolturas de caramelo y páginas de revistas, para ampliar su tamaño a dimensiones insólitas y crear paradojas.
 

RAÍCES AFUERA. CICLO DE PERFORMANCE X ART MADRID'25

Art Madrid celebra veinte años de arte contemporáneo del 5 al 9 de marzo de 2025 en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles. Durante la Semana del Arte, se convierte en una plataforma expositiva para galerías y artistas nacionales e internacionales. En esta edición, con el propósito de ofrecer un espacio de enunciación para los artistas que trabajan en torno a las artes performativas, la feria presenta Raíces Afuera, un ciclo de performance que explora las nociones de pertenencia y la necesidad de arraigo en un mundo contemporáneo caracterizado por la fragmentación, el desplazamiento y la desconexión. Situado en el contexto de la feria como un espacio crítico y reflexivo, el proyecto desafía la relación del individuo con su entorno, su comunidad y su sentido de identidad.


PERFORMANCE: EL PESO DE LA CIUDAD LO LLEVO CONMIGO. AGUSTINA PALAZZO

9 de marzo | 17:00h. Galería de Cristal del Palacio de Cibeles.


El peso de la ciudad lo lleco conmigo. Agustina Palazzo. Documentación de performance. 2025.


El paisaje urbano actual representa un entorno saturado de símbolos de la modernidad y el “progreso” tecnológico. Las antenas de televisión y radio, que sobrevuelan en las terrazas, encarnan mucho más que su funcionalidad técnica. Emergen como marcadores del cambio que conectaron generaciones a un mundo global, transformando la vida urbana en un tejido de comunicación y entretenimiento.

Esta modificación del paisaje urbano, tiene implicaciones directas sobre el cuerpo contemporáneo, un cuerpo que se define y modifica por medio de la tecnología y su relación con el entorno. Como dice Laura Barros Condés en Habitar(se) “La tecnología ha pasado a formar parte intrínseca de los individuos y en gran medida a través del cuerpo”.

El espacio es en sí mismo un organismo que interviene en el cuerpo. Experimentamos un entorno a través del cuerpo e inevitablemente esta relación incide en nuestra forma de relacionarnos física y psicológicamente, y en el proceso de construcción de una identidad. El cuerpo se define y modifica por medio de su relación con el entorno.

Las antenas, estos objetos inertes que sobrevuelan el paisaje urbano, representan una metáfora poderosa de una era saturada por la mediación tecnológica. Su presencia abundante apunta a la paradoja de una conectividad que, mientras promete unirnos, fragmenta nuestra atención y experiencia colectiva. Como monumentos inadvertidos, nos invitan a reflexionar sobre cómo la tecnología redefine las ciudades y nuestra relación con ellas.

El peso de la ciudad lo llevo conmigo busca visibilizar la opresión contemporánea, cómo la industrialización, la urbanización, la digitalización, condicionan la construcción de una identidad, despojado a las personas de un vínculo vital, dejando un vacío existencial en un cuerpo que habita la saturación del paisaje urbano.


Radiorator II. Documentación de performance. 2025. Agustina Palazzo.


SOBRE AGUSTINA PALAZZO

Agustina Palazzo (Córdoba, Argentina, 1992) es una artista multidisciplinar de Córdoba, Argentina. Radicada en Barcelona, su práctica abarca el arte, la educación y la gestión cultural en el contexto del mundo digital y las nuevas tecnologías. Su trabajo oscila entre lo crítico y lo poético, utilizando temas y tecnologías emergentes como herramientas creativas en performance, diseño sonoro e instalación. Su investigación artística se nutre de la relación entre comunicación, comportamiento humano y nuevas tecnologías, generando experiencias que cuestionan los límites del comportamiento humano y el medio digital. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas, festivales y residencias en América Latina y Europa. Entre algunos destacados se encuentran IMMERSIVA en Espronceda, Instituto de Arte y Cultura (ES), Tsonami arte sonoro (CHILE), Rake Community, plataforma de arte e investigación (Reino Unido), SONAR + D (ES), LLUM (ES), Teorema (ES), 220 Contemporary Culture (AR), y Millesuoni (IT), Espai 19 (ES), entre otros.

El trabajo de Agustina Palazzo se centra en el comportamiento humano, sus deseos y malentendidos, explorando las contradicciones de la multitud contemporánea atrapada entre el refinamiento tecnológico y la erosión moral en lapsos de atención fragmentados. Oscila entre lo crítico y lo poético, inspirado por la ciencia ficción, la utopía y la distopía, pero con una sensibilidad emotiva anclada en el presente. Su práctica transita entre la performance, la instalación, el video, el sonido y el archivo, utilizando la tecnología no solo como herramienta, sino como símbolo de una condición social y política.

Aprovechando su dimensión poética, mezcla técnicas digitales y analógicas con objetos de uso cotidiano, tensionando sus significados. El sonido y la radio son elementos recurrentes en su búsqueda, pero su lenguaje es expansivo, atravesando lo visual, lo performático y lo sonoro. La experimentación, el proceso y la reflexión crítica son el eje de su práctica, invitando al espectador a cuestionar su relación con lo digital y lo real.

En caída libre, habito la incertidumbre digital. Agustina Palazzo



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