Art Madrid'24 – ¿LA NUEVA PINTURA? OTROS TERRITORIOS DE EXPERIMENTACIÓN

La pintura, en su sentido más clásico, se ha considerado tradicionalmente un medio representativo de la creatividad humana, definido por el soporte, los pigmentos y la figura. Sin embargo, el arte contemporáneo ha empujado este concepto hacia una redefinición radical. Lo que antes era una superficie bidimensional limitada a la representación visual ha mutado en una experiencia multisensorial que incluye el espacio, el tiempo y la interacción. En este contexto, la pintura expandida emerge como un campo de experimentación que nos invita a reconsiderar los límites entre disciplinas y las formas tradicionales de hacer arte.

En sus inicios, la pintura se concibió como un acto de representación; un medio visual cuya función principal era capturar la realidad a través de la imagen. Desde el Renacimiento hasta el Impresionismo, los artistas desarrollaron técnicas y enfoques con el objetivo de aproximarse cada vez más a la representación exacta de la naturaleza, el cuerpo humano o la luz.


Paco Díaz. TDE Carne y Piedra. Óleo sobre papel encolado a madera. 50 x 50 cm. 2024.


La historia de la pintura estuvo marcada por la obsesión por la perspectiva, la proporción y la armonía. Sin embargo, a medida que avanzamos hacia el siglo XX, las vanguardias artísticas comenzaron a desafiar esas convenciones. El cubismo, el surrealismo, o la abstracción, dieron paso a nuevas formas de concebir el acto pictórico, que ya no se limitaba a imitar la realidad, sino que aspiraba a deconstruirla, a reconfigurarla... Esta ruptura con la tradición visual fue solo el comienzo de una serie de transformaciones que llevarían a la pintura a territorios nunca antes explorados.

La pintura expandida, un término acuñado para describir esta evolución, se refiere a la ampliación de las posibilidades del medio, tanto en su materialidad como en su contexto. La experimentación con nuevos soportes, la fusión de medios y la disolución de las fronteras entre pintura y escultura, arquitectura o performance son algunos de los aspectos más destacados de esta tendencia. En lugar de limitarse al lienzo o la tabla, los artistas contemporáneos han incorporado materiales como madera, plástico, metal, vidrio, e incluso elementos digitales.


Alexander Grahovsky. La voluntad inquebrantable del espíritu. Óleo, spray y lápices de colores sobre lienzo. 46 x 61 cm. 2024.


La superficie plana ha dejado paso a un concepto de espacio más amplio, más tridimensional, donde la pintura puede habitar no solo el soporte, sino también el espacio circundante, invitando al espectador a una interacción directa. Muchas de estas rupturas son apreciables en la obra de artistas que emplean materiales pesados y texturizados para dotar a sus piezas bidimensionales de una calidad escultórica. La noción de la pintura como objeto ha desaparecido en favor de una experiencia espacial que abarca tanto lo visible como lo conceptual.


Luis Miguel Rico. ST de la serie Arena. óleo sobre lino. 140 x 100 cm. 2024.


En esta misma línea de expansión de fronteras se encuentra Luis Miguel Rico, quien, mediante una serie de exploraciones matéricas que combinan pigmentos, telas y texturas, aborda la relación entre el color y el espacio, buscando un equilibrio entre lo emocional y lo formal. Su propuesta se centra en la transformación del lienzo tradicional, invitando al espectador a reconsiderar el potencial de la pintura como medio de expresión tridimensional.


Jan Schüler. Dresden Die Elbe Bei Wachwitz. Óleo sobre lino. 70 x 90 cm. 2024.

Jan Schüler, por su parte, puede verse como un puente entre la pintura clásica y la contemporánea. Su enfoque introspectivo, donde los retratos y paisajes son más que representaciones visuales, resalta la interacción del espectador con la obra. A través de su mirada directa hacia el espectador, los personajes en sus retratos desafían la concepción tradicional de la pintura como un medio pasivo, invitando a una reflexión emocional y personal.


César Goce. Liquid shadows. Óleo sobre madera. 58 x 42 cm. 2023.


César Goce, a partir de sus influencias del graffiti y la pintura tradicional, lleva la pintura expandida a su propia dimensión al integrar el arte urbano con las técnicas académicas. Su enfoque se alinea con la disolución de las fronteras entre disciplinas, al incorporar el graffiti, un medio contemporáneo, en un formato de estudio que puede ser considerado tradicional. Esto refleja el proceso de la pintura expandida, en donde los artistas contemporáneos juegan con las fronteras de los medios para crear una experiencia híbrida.

La expansión del medio pictórico no sólo se refiere a la elección de materiales, sino también a la redefinición de lo que entendemos por "pintura". En este contexto, la pintura ya no se limita a la representación de lo real o lo visible, sino que se convierte en un campo para explorar lo invisible, lo subjetivo y lo emocional. En lugar de trabajar con una perspectiva única o un estilo definido, los artistas contemporáneos operan con una multiplicidad de lenguajes, donde el proceso y la acción creativa se convierten en elementos esenciales de la obra. La espontaneidad, el error, la improvisación y la deconstrucción del gesto se han integrado en la práctica pictórica, generando obras que no solo invitan a la contemplación, sino que también generan una reflexión activa sobre la naturaleza del arte.


Federico Uribe. Naturaleza muerta. Casquillos de bala. 65 x 75 cm. 2020.


Federico Uribe, a través de sus ensamblajes de objetos cotidianos, propone una visión radicalmente diferente de la pintura expandida. Aunque no se adscribe directamente a la pintura tradicional, su uso de materiales no convencionales como casquillos de bala o trozos de lápices de colores genera un punto de contacto entre la pintura, la escultura y la naturaleza. La forma en que Uribe reinterpreta los objetos cotidianos se relaciona con la expansión de la pintura más allá de los límites del lienzo, sugiriendo una nueva forma de pensar sobre el medio y su función.

El uso de soportes no convencionales y la incorporación de elementos performativos son también aspectos fundamentales de la pintura expandida. Al tomar la pintura fuera de su espacio tradicional, los artistas invitan al espectador a involucrarse de manera más activa, a participar en la obra.

El advenimiento de las tecnologías digitales ha proporcionado a los artistas una nueva paleta de posibilidades. La pintura, entendida como una acción o proceso, ahora puede ser simultáneamente una creación en la que lo digital se mezcla con lo tradicional, demostrando que la pintura no tiene por qué estar atada a un solo medio. Esta integración de lo digital no solo amplía las herramientas del pintor, sino que también plantea una pregunta sobre la esencia misma del arte: ¿Es necesario que la pintura conserve su carácter físico y material para seguir siendo pintura, o puede trascender hacia lo virtual y lo efímero sin perder su esencia?


CHOU Ching-Hui. Una Tierra Prometida: El Planeta de los Ángeles No.9. Impresión Inkjet. 148 x 290.8 cm. 2023.


Chou Ching-Hui y su enfoque fotográfico también se alinean con la idea de ampliar los límites del arte tradicional. Su transición del fotoperiodismo a la fotografía artística demuestra cómo el medio fotográfico puede interactuar con las obras pictóricas, generando una nueva forma de experimentar y reflexionar sobre la realidad. La transformación de lo real a lo conceptual que realiza Ching-Hui en sus proyectos es una manifestación clara de la pintura expandida, que ahora integra otras disciplinas visuales.

En este sentido, la pintura expandida no solo se define por la innovación técnica o material, sino por un enfoque más filosófico del arte. Al eliminar las barreras entre las disciplinas y ampliar los límites del medio, los artistas contemporáneos desafían nuestras concepciones sobre el papel del arte en la sociedad. La pintura, en lugar de ser un proceso cerrado y estático, se convierte en una práctica abierta, en constante diálogo con el entorno y el espectador. El acto de pintar ya no es solo una transcripción de la realidad, sino una intervención activa sobre ella.

Alexander Grahovsky. Ojalá picaras como un cardo. Óleo, spray y lápices de colores sobre lienzo. 33 x 41 cm. 2024.


En el caso de Alexander Grahovsky, su trabajo de tratamiento pictórico surrealista fusiona lo clásico y lo contemporáneo, uniendo elementos figurativos con lo onírico. Su obra invita a una reflexión constante sobre lo que va más allá de la superficie, disolviendo los límites de la representación en un enfoque que resuena con la idea de la pintura expandida.


Tiffany Alfonseca. La Barbie que no venden en las tiendas. 183 x 152 cm. Acrílico, lápices, brillo y pedrería sobre lienzo. 2023.

Mientras que Tiffany Alfonseca ofrece un enfoque que también trasciende la pintura en el sentido tradicional. Sus vibrantes retratos no solo representan a las comunidades afrodiaspóricas, sino que abren una reflexión sobre temas de raza, identidad y representación. A través de sus obras, la pintura se convierte en un vehículo para amplificar voces históricamente silenciadas, llevando el acto pictórico hacia una intervención social y política, lo que invita al espectador a una experiencia más allá de lo visual.


Paco Díaz. RIBERA. Óleo sobre papel encolado a madera 50 x 50 cm 2024.


Paco Díaz pone énfasis en la relación del espectador con la obra, generando un espacio para la reflexión sobre lo personal, lo colectivo y lo político. Con su enfoque en lo cotidiano, nos invita a reconsiderar los elementos más simples de nuestra vida diaria a través de una pintura cargada de emoción y significado. A través de sus composiciones, Díaz juega con la nostalgia y la memoria, creando obras que son tanto un tributo a lo común como una exploración del ser.


Iyán Castaño. Corrientes circulares. Gráfica experimental sobre lienzo. 130 x 100 cm. 2024.


Iyán Castaño nos muestra cómo la pintura se adapta a la era contemporánea, donde las técnicas de grabado, la intervención directa sobre el paisaje y la exploración de lo social y lo personal ofrecen un campo amplio para la reflexión sobre el arte. Al trabajar con las condiciones cambiantes del mar, integra la naturaleza en su obra de una manera que difumina las fronteras entre la pintura y la intervención ambiental.


Antonio Ovejero. La lata de tomate. Óleo y acrílico sobre tabla. 50 x 35 cm. 2024.

Antonio Ovejero fusiona lo kitsch y lo popular, desafía las concepciones tradicionales de la pintura. A través de una mezcla de elementos visuales de la cultura masiva, su obra explora las tensiones entre lo banal y lo artístico, creando un espacio donde lo kitsch adquiere una relevancia estética y crítica. Ovejero invita al espectador a cuestionar la relación entre el arte y la cultura popular, proponiendo una reflexión sobre la nostalgia, el consumismo y las estéticas de lo cotidiano.


Paco Dalmau. A Borderline of Gules. Técnica mixta sobre lienzo sobre tablero. 36 x 36 cm. 2024


Paco Dalmau, por su parte, se dedica a la reflexión sobre el color y la forma dentro de la pintura contemporánea. Su trabajo se caracteriza por una exploración profunda de la interacción entre estos elementos, donde la estructura y la composición se convierten en vehículos de comunicación. Dalmau descompone la pintura tradicional, llevando al espectador a una experiencia sensorial en la que el color y la forma se perciben no solo visualmente, sino también emocionalmente, expandiendo los límites del medio hacia una mayor interacción con el espectador.

La pintura ha dejado de ser un medio limitado a la representación visual para convertirse en una disciplina en constante expansión al cuestionar lo que entendemos por arte pictórico, los artistas de la pintura expandida no solo están ampliando las fronteras de su disciplina, sino también invitando a una reflexión más profunda sobre el papel del arte en nuestra comprensión del mundo. En conclusión, la pintura contemporánea ha evolucionado hacia un espacio de libertad creativa sin precedentes. La pintura expandida redefine los límites entre disciplinas, materiales y significados, invitando tanto a artistas como a espectadores a participar en una reflexión activa sobre la naturaleza del arte y su relación con la sociedad. Lejos de ser una disciplina cerrada, la pintura se presenta hoy como un campo abierto, en constante diálogo con el presente y sus infinitas posibilidades.

ART MADRID’25 PRESENTA LAS GALERÍAS PARTICIPANTES Y EL PROGRAMA PARALELO DE LA EDICIÓN


Art Madrid celebra en 2025 sus veinte años de arte contemporáneo estableciéndose como evento legitimador dentro del sector de las artes visuales en España. La feria de arte contemporáneo que inició el camino al resto de ferias y eventos que hoy conviven durante una misma fecha en el calendario, vuelve a acoger a las galerías nacionales e internacionales que se dan cita durante la Semana del Arte de Madrid, en una edición que promete ser el inicio de los nuevos derroteros por los que transitará la feria.


Art Madrid’25 presenta el Programa de galerías de su 20ª edición

El programa de galerías de Art Madrid’25 es el eje principal de la feria, un punto de encuentro donde convergen diversas voces del arte contemporáneo. Conformado por una selección de galerías consolidadas, de mediana trayectoria y emergentes, el programa ofrece una visión representativa de las tendencias artísticas más recientes. A través de la experimentación y la exploración de nuevos lenguajes visuales, los artistas que participan proponen obras que reflejan los códigos estéticos y las inquietudes de nuestro tiempo. Cada edición, Art Madrid destaca por su curaduría, que incluye una cuidada selección de galerías y artistas nacionales e internacionales, mostrando el pulso de las propuestas más innovadoras que definen el presente y futuro del arte contemporáneo.

En esta 20ª edición, Art Madrid se vuelve un punto de encuentro imprescindible para quienes siguen de cerca el trabajo de galerías y artistas. La Galería de Cristal se llenará con propuestas frescas y arriesgadas de treinta y cinco galerías, tanto nacionales como internacionales, que nos invitan a repensar el arte en su forma más pura. Lo que veremos no es solo una muestra de lo mejor del momento, sino un testimonio de cómo el arte sigue desafiando convenciones, tocando emociones y ampliando los límites de lo posible.

Las propuestas expositivas, variadas en enfoques y técnicas, nos acercan a un arte que no teme experimentar y que nos impulsa a reflexionar sobre lo que nos rodea. Cada obra, más que un objeto estético, será una provocación, una invitación a mirar más allá de lo evidente. Durante la feria, será imposible no sentir cómo estas creaciones marcan su huella en la cultura actual y, al mismo tiempo, encuentran su lugar en el complejo entramado del mercado del arte, reafirmando a Art Madrid como un referente clave dentro de la escena artística nacional.

Foto cortesía de Beatriz Maestre


Las galerías españolas: Emergen nuevas voces

España estará representada por veintiuna galerías, una muestra contundente de la diversidad creativa que recorre el país. Dos de ellas participan por primera vez en Art Madrid: Galería Carmen Terreros (Zaragoza) y Canal Gallery (Barcelona), trayendo consigo una bocanada de aire fresco que promete sorprender. Diecinueve galerías vuelven a la feria, celebrando los veinte años de un evento que les abrió las puertas desde el inicio, con el compromiso compartido de seguir trabajando por el arte contemporáneo que se produce en casa. Las galerías que regresan a Art Madrid’25 son: 3 Punts Galería (Barcelona); Alba Cabrera Gallery (Valencia); Aurora Vigil-Escalera (Gijón); CLC ARTE (Valencia); DDR Art Gallery (Madrid); Galería Arancha Osoro (Oviedo); Galería BAT alberto cornejo (Madrid); Galería Espiral (Noja); Galería La Mercería (Valencia); Galería Luisa Pita (Santiago de Compostela); Galería Metro (Santiago de Compostela); Galería Rodrigo Juarranz (Aranda de Duero); Inéditad Gallery (Barcelona); Kur Art Gallery (San Sebastián); Moret Art (A Coruña); OOA GALLERY (Sitges/Londres); Pigment Gallery (Barcelona); Shiras Galería (Valencia) y Uxval Gochez Gallery (Barcelona).


Foto cortesía de Beatriz Maestre

Las galerías internacionales: Un diálogo sin fronteras

Pero el arte no entiende de fronteras, y por eso Art Madrid siempre ha sido un lugar de encuentro global. Este año, trece galerías internacionales ocupan sus lugares de enunciación para enriquecer la propuesta expositiva del evento. Cuatro de ellas participan por primera vez: Aria Gallery (Florencia, Italia), CHINI Gallery (Taipéi, Taiwán); Gallery 1000A (Nueva Delhi, India) y Ting Ting Art Space (Taipéi, Taiwán), aportarán una visión fresca y diversa, consolidando a Art Madrid como una feria en expansión hacia el escenario del arte contemporáneo internacional. Junto a estas, otras como Collage Habana (La Habana, Cuba); Galeria Sâo Mamede (Lisboa, Portugal); Galleria Stefano Forni (Bolonia, Italia); Jackie Shor Projects (São Paulo, Brasil); Loo & Lou Gallery (París, Francia); Nuno Sacramento Arte Contemporânea (Ílhavo, Portugal); O-Art Project (Lima, Perú),Trema Arte Contemporânea (Lisboa, Portugal) y Yiri Arts (Taipéi, Taiwán), que una edición más vuelven a confiar en Art Madrid como apuesta segura.

El recorrido por estos veinte años de arte contemporáneo ha sido un hito al que arribamos con el mismo compromiso del proyecto en ciernes que una vez modificó el paisaje de las ferias en España y desde entonces ha sido partícipe y testigo del crecimiento de una escena artística amable, diversa, fuerte y en constante evolución.


Foto cortesía de Beatriz Maestre

Programa paralelo: Cartografías sensibles sobre el Territorio Ciudad

El Programa Paralelo de Art Madrid'25 trasciende los límites de la feria, proponiendo un vínculo dinámico entre el arte y la ciudad. Bajo el concepto de Territorio y Ciudad, esta edición lleva el arte a los espacios urbanos, a los rincones cotidianos que conforman la memoria y el presente de Madrid.

Entre las actividades destacadas se incluyen experiencias de realidad aumentada y digitales, videocreación e instalaciones efímeras, e intervenciones urbanas que dialogan directamente con la ciudad de Madrid. Estas acciones amplían el trabajo de los artistas hacia el entorno urbano, activando una conversación continua entre el arte y el territorio. De este modo, la ciudad se convierte en un laboratorio creativo donde lo cotidiano y lo artístico se entrelazan, abriendo nuevas formas de conexión entre la comunidad y el arte.

El programa también explora las geografías emocionales e identitarias que atraviesan Madrid, invitando a reflexionar sobre el significado de pertenecer a un lugar y cómo las prácticas artísticas transforman nuestra relación con el espacio. A través del tema: Territorio y Ciudad el programa paralelo de Art Madrid’25 construye un mapa que conecta lo local con lo global, lo íntimo con lo colectivo, y abre una experiencia sensorial que estrecha los lazos entre el arte, el territorio como un concepto expandido y la ciudad como un contenedor de realidades sensibles.

El Programa Paralelo de Art Madrid'25 invita a explorar las intersecciones entre arte, espacio público y comunidad, convirtiendo a Madrid en un territorio-ciudad de creación y reflexión compartida.


Foto cortesía de Beatriz Maestre

En esta 20ª edición, celebramos con orgullo el recorrido de nuestra feria y agradecemos profundamente el apoyo y la confianza de artistas, galeristas, coleccionistas y amantes del arte que han sido clave para que Art Madrid siga adelante con la mirada puesta en el futuro. No ha sido un camino fácil, pero hemos comprendido la importancia de que un evento como este perdure, se consolide en el circuito del mercado del arte nacional y se convierta en una puerta de acceso a la escena artística internacional.