Art Madrid'25 – ¿LA NUEVA PINTURA? OTROS TERRITORIOS DE EXPERIMENTACIÓN

La pintura, en su sentido más clásico, se ha considerado tradicionalmente un medio representativo de la creatividad humana, definido por el soporte, los pigmentos y la figura. Sin embargo, el arte contemporáneo ha empujado este concepto hacia una redefinición radical. Lo que antes era una superficie bidimensional limitada a la representación visual ha mutado en una experiencia multisensorial que incluye el espacio, el tiempo y la interacción. En este contexto, la pintura expandida emerge como un campo de experimentación que nos invita a reconsiderar los límites entre disciplinas y las formas tradicionales de hacer arte.

En sus inicios, la pintura se concibió como un acto de representación; un medio visual cuya función principal era capturar la realidad a través de la imagen. Desde el Renacimiento hasta el Impresionismo, los artistas desarrollaron técnicas y enfoques con el objetivo de aproximarse cada vez más a la representación exacta de la naturaleza, el cuerpo humano o la luz.


Paco Díaz. TDE Carne y Piedra. Óleo sobre papel encolado a madera. 50 x 50 cm. 2024.


La historia de la pintura estuvo marcada por la obsesión por la perspectiva, la proporción y la armonía. Sin embargo, a medida que avanzamos hacia el siglo XX, las vanguardias artísticas comenzaron a desafiar esas convenciones. El cubismo, el surrealismo, o la abstracción, dieron paso a nuevas formas de concebir el acto pictórico, que ya no se limitaba a imitar la realidad, sino que aspiraba a deconstruirla, a reconfigurarla... Esta ruptura con la tradición visual fue solo el comienzo de una serie de transformaciones que llevarían a la pintura a territorios nunca antes explorados.

La pintura expandida, un término acuñado para describir esta evolución, se refiere a la ampliación de las posibilidades del medio, tanto en su materialidad como en su contexto. La experimentación con nuevos soportes, la fusión de medios y la disolución de las fronteras entre pintura y escultura, arquitectura o performance son algunos de los aspectos más destacados de esta tendencia. En lugar de limitarse al lienzo o la tabla, los artistas contemporáneos han incorporado materiales como madera, plástico, metal, vidrio, e incluso elementos digitales.


Alexander Grahovsky. La voluntad inquebrantable del espíritu. Óleo, spray y lápices de colores sobre lienzo. 46 x 61 cm. 2024.


La superficie plana ha dejado paso a un concepto de espacio más amplio, más tridimensional, donde la pintura puede habitar no solo el soporte, sino también el espacio circundante, invitando al espectador a una interacción directa. Muchas de estas rupturas son apreciables en la obra de artistas que emplean materiales pesados y texturizados para dotar a sus piezas bidimensionales de una calidad escultórica. La noción de la pintura como objeto ha desaparecido en favor de una experiencia espacial que abarca tanto lo visible como lo conceptual.


Luis Miguel Rico. ST de la serie Arena. óleo sobre lino. 140 x 100 cm. 2024.


En esta misma línea de expansión de fronteras se encuentra Luis Miguel Rico, quien, mediante una serie de exploraciones matéricas que combinan pigmentos, telas y texturas, aborda la relación entre el color y el espacio, buscando un equilibrio entre lo emocional y lo formal. Su propuesta se centra en la transformación del lienzo tradicional, invitando al espectador a reconsiderar el potencial de la pintura como medio de expresión tridimensional.


Jan Schüler. Dresden Die Elbe Bei Wachwitz. Óleo sobre lino. 70 x 90 cm. 2024.

Jan Schüler, por su parte, puede verse como un puente entre la pintura clásica y la contemporánea. Su enfoque introspectivo, donde los retratos y paisajes son más que representaciones visuales, resalta la interacción del espectador con la obra. A través de su mirada directa hacia el espectador, los personajes en sus retratos desafían la concepción tradicional de la pintura como un medio pasivo, invitando a una reflexión emocional y personal.


César Goce. Liquid shadows. Óleo sobre madera. 58 x 42 cm. 2023.


César Goce, a partir de sus influencias del graffiti y la pintura tradicional, lleva la pintura expandida a su propia dimensión al integrar el arte urbano con las técnicas académicas. Su enfoque se alinea con la disolución de las fronteras entre disciplinas, al incorporar el graffiti, un medio contemporáneo, en un formato de estudio que puede ser considerado tradicional. Esto refleja el proceso de la pintura expandida, en donde los artistas contemporáneos juegan con las fronteras de los medios para crear una experiencia híbrida.

La expansión del medio pictórico no sólo se refiere a la elección de materiales, sino también a la redefinición de lo que entendemos por "pintura". En este contexto, la pintura ya no se limita a la representación de lo real o lo visible, sino que se convierte en un campo para explorar lo invisible, lo subjetivo y lo emocional. En lugar de trabajar con una perspectiva única o un estilo definido, los artistas contemporáneos operan con una multiplicidad de lenguajes, donde el proceso y la acción creativa se convierten en elementos esenciales de la obra. La espontaneidad, el error, la improvisación y la deconstrucción del gesto se han integrado en la práctica pictórica, generando obras que no solo invitan a la contemplación, sino que también generan una reflexión activa sobre la naturaleza del arte.


Federico Uribe. Naturaleza muerta. Casquillos de bala. 65 x 75 cm. 2020.


Federico Uribe, a través de sus ensamblajes de objetos cotidianos, propone una visión radicalmente diferente de la pintura expandida. Aunque no se adscribe directamente a la pintura tradicional, su uso de materiales no convencionales como casquillos de bala o trozos de lápices de colores genera un punto de contacto entre la pintura, la escultura y la naturaleza. La forma en que Uribe reinterpreta los objetos cotidianos se relaciona con la expansión de la pintura más allá de los límites del lienzo, sugiriendo una nueva forma de pensar sobre el medio y su función.

El uso de soportes no convencionales y la incorporación de elementos performativos son también aspectos fundamentales de la pintura expandida. Al tomar la pintura fuera de su espacio tradicional, los artistas invitan al espectador a involucrarse de manera más activa, a participar en la obra.

El advenimiento de las tecnologías digitales ha proporcionado a los artistas una nueva paleta de posibilidades. La pintura, entendida como una acción o proceso, ahora puede ser simultáneamente una creación en la que lo digital se mezcla con lo tradicional, demostrando que la pintura no tiene por qué estar atada a un solo medio. Esta integración de lo digital no solo amplía las herramientas del pintor, sino que también plantea una pregunta sobre la esencia misma del arte: ¿Es necesario que la pintura conserve su carácter físico y material para seguir siendo pintura, o puede trascender hacia lo virtual y lo efímero sin perder su esencia?


CHOU Ching-Hui. Una Tierra Prometida: El Planeta de los Ángeles No.9. Impresión Inkjet. 148 x 290.8 cm. 2023.


Chou Ching-Hui y su enfoque fotográfico también se alinean con la idea de ampliar los límites del arte tradicional. Su transición del fotoperiodismo a la fotografía artística demuestra cómo el medio fotográfico puede interactuar con las obras pictóricas, generando una nueva forma de experimentar y reflexionar sobre la realidad. La transformación de lo real a lo conceptual que realiza Ching-Hui en sus proyectos es una manifestación clara de la pintura expandida, que ahora integra otras disciplinas visuales.

En este sentido, la pintura expandida no solo se define por la innovación técnica o material, sino por un enfoque más filosófico del arte. Al eliminar las barreras entre las disciplinas y ampliar los límites del medio, los artistas contemporáneos desafían nuestras concepciones sobre el papel del arte en la sociedad. La pintura, en lugar de ser un proceso cerrado y estático, se convierte en una práctica abierta, en constante diálogo con el entorno y el espectador. El acto de pintar ya no es solo una transcripción de la realidad, sino una intervención activa sobre ella.

Alexander Grahovsky. Ojalá picaras como un cardo. Óleo, spray y lápices de colores sobre lienzo. 33 x 41 cm. 2024.


En el caso de Alexander Grahovsky, su trabajo de tratamiento pictórico surrealista fusiona lo clásico y lo contemporáneo, uniendo elementos figurativos con lo onírico. Su obra invita a una reflexión constante sobre lo que va más allá de la superficie, disolviendo los límites de la representación en un enfoque que resuena con la idea de la pintura expandida.


Tiffany Alfonseca. La Barbie que no venden en las tiendas. 183 x 152 cm. Acrílico, lápices, brillo y pedrería sobre lienzo. 2023.

Mientras que Tiffany Alfonseca ofrece un enfoque que también trasciende la pintura en el sentido tradicional. Sus vibrantes retratos no solo representan a las comunidades afrodiaspóricas, sino que abren una reflexión sobre temas de raza, identidad y representación. A través de sus obras, la pintura se convierte en un vehículo para amplificar voces históricamente silenciadas, llevando el acto pictórico hacia una intervención social y política, lo que invita al espectador a una experiencia más allá de lo visual.


Paco Díaz. RIBERA. Óleo sobre papel encolado a madera 50 x 50 cm 2024.


Paco Díaz pone énfasis en la relación del espectador con la obra, generando un espacio para la reflexión sobre lo personal, lo colectivo y lo político. Con su enfoque en lo cotidiano, nos invita a reconsiderar los elementos más simples de nuestra vida diaria a través de una pintura cargada de emoción y significado. A través de sus composiciones, Díaz juega con la nostalgia y la memoria, creando obras que son tanto un tributo a lo común como una exploración del ser.


Iyán Castaño. Corrientes circulares. Gráfica experimental sobre lienzo. 130 x 100 cm. 2024.


Iyán Castaño nos muestra cómo la pintura se adapta a la era contemporánea, donde las técnicas de grabado, la intervención directa sobre el paisaje y la exploración de lo social y lo personal ofrecen un campo amplio para la reflexión sobre el arte. Al trabajar con las condiciones cambiantes del mar, integra la naturaleza en su obra de una manera que difumina las fronteras entre la pintura y la intervención ambiental.


Antonio Ovejero. La lata de tomate. Óleo y acrílico sobre tabla. 50 x 35 cm. 2024.

Antonio Ovejero fusiona lo kitsch y lo popular, desafía las concepciones tradicionales de la pintura. A través de una mezcla de elementos visuales de la cultura masiva, su obra explora las tensiones entre lo banal y lo artístico, creando un espacio donde lo kitsch adquiere una relevancia estética y crítica. Ovejero invita al espectador a cuestionar la relación entre el arte y la cultura popular, proponiendo una reflexión sobre la nostalgia, el consumismo y las estéticas de lo cotidiano.


Paco Dalmau. A Borderline of Gules. Técnica mixta sobre lienzo sobre tablero. 36 x 36 cm. 2024


Paco Dalmau, por su parte, se dedica a la reflexión sobre el color y la forma dentro de la pintura contemporánea. Su trabajo se caracteriza por una exploración profunda de la interacción entre estos elementos, donde la estructura y la composición se convierten en vehículos de comunicación. Dalmau descompone la pintura tradicional, llevando al espectador a una experiencia sensorial en la que el color y la forma se perciben no solo visualmente, sino también emocionalmente, expandiendo los límites del medio hacia una mayor interacción con el espectador.


La pintura ha dejado de ser un medio limitado a la representación visual para convertirse en una disciplina en constante expansión al cuestionar lo que entendemos por arte pictórico, los artistas de la pintura expandida no solo están ampliando las fronteras de su disciplina, sino también invitando a una reflexión más profunda sobre el papel del arte en nuestra comprensión del mundo. En conclusión, la pintura contemporánea ha evolucionado hacia un espacio de libertad creativa sin precedentes. La pintura expandida redefine los límites entre disciplinas, materiales y significados, invitando tanto a artistas como a espectadores a participar en una reflexión activa sobre la naturaleza del arte y su relación con la sociedad. Lejos de ser una disciplina cerrada, la pintura se presenta hoy como un campo abierto, en constante diálogo con el presente y sus infinitas posibilidades.

ART MADRID’25: VEINTE CUMPLEAÑOS

La lluvia no fue un impedimento para que la celebración de los veinte años de vida de Art Madrid sucediera por todo lo alto en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles. Del 5 al 9 de marzo la sede de la feria abrió las puertas a artistas, galerías, coleccionistas, amantes del arte y profesionales del sector para acogernos en una edición marcada por una mayor presencia de mujeres artistas, más del 50% de artistas debutantes, la presencia de 34 galerías y alrededor de 1100 obras realizadas entre 2022 y 2025.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


Art Madrid’25 abrió sus puertas presentando un Programa de Galerías integrado por 34 expositores, 22 nacionales, 12 internacionales y 7 estrenando su presencia en la feria. Más de 200 artistas mostraron obras de reciente creación, representando así las últimas tendencias artísticas del panorama nacional e internacional. La pintura con una relevante presencia en todas sus formas de expresión y líneas de representación; la escultura, la fotografía, el dibujo, el vídeo y la instalación.

Durante estos cinco días, Art Madrid’25 recibió en torno a 20.000 visitantes entre coleccionistas, profesionales del sector, público general y nuevos compradores.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


La celebración de esta edición estuvo acompañada de un Programa Paralelo centrado en el eje conceptual: Territorio Ciudad. En la antesala de la feria, del 28 de febrero al 2 de marzo se desarrollaron en la ciudad de Madrid los proyectos: Arquitecturas Imaginadas, Dialoga Ciudad y la segunda edición de La Quedada, un circuito de recorridos por estudios y espacios de creación artística. Arquitecturas Imaginadas convirtió el metro en una galería de arte efímera; Dialoga Ciudad llenó las calles de poesía, estableciendo un diálogo directo con los transeúntes, mientras que La Quedada abrió las puertas de los estudios de artistas, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de conocer de cerca sus procesos creativos. También antecedió a la semana de la feria el Programa de entrevistas: Conversaciones con Marisol Salanova.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


Una vez inaugurada la feria, la programación continuó con propuestas innovadoras como Open Booth, un espacio en colaboración con la Universidad Nebrija y Liquitex, que invitó a los estudiantes del Grado de Bellas Artes de la universidad a presentar sus obras en un contexto profesional. Asimismo, el ciclo Raíces Afuera exploró conceptos de identidad y pertenencia mediante performances que propusieron diferentes puntos de vista y una reflexión extendida sobre el arraigo y la movilidad en la sociedad contemporánea.

El arte en movimiento también tuvo un papel destacado en esta edición gracias a Cartografías de la Percepción, un programa de videoarte comisariado por PROYECTOR que analizó la relación entre los habitantes y su entorno urbano mediante obras audiovisuales inmersivas. A esto se sumó 20 Grados, desarrollado en el Espacio Tectónica, donde diez artistas emplearon la realidad aumentada, el sonido y la performance para explorar la interacción entre la arquitectura y sus habitantes.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


Entre las propuestas más innovadoras de la edición destacó Ciudad Sutil, de Susi Vetter, que convirtió la calle Montalbán en una instalación digital interactiva. Esta iniciativa transformó el espacio público y planteó nuevas preguntas sobre la relación entre el ser humano y su entorno, invitando al espectador a reflexionar sobre su impacto en el paisaje urbano.

Alrededor de 30 artistas fueron invitados a formar parte del Programa Paralelo de Art Madrid'25. Una iniciativa que la organización de la feria pretende mantener en ediciones venidetras con la intención de incoporar al evento otras maneras de apoyar la creación y de fomentar el diálogo entre artistas, público y profesionales del sector, enriqueciendo así la experiencia cultural de la feria.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


MECENAZGO, PREMIOS Y RESIDENCIAS: EL IMPULSO A LA CREACIÓN CONTEMPORÁNEA

Uno de los pilares fundamentales de Art Madrid es su compromiso con el fomento del arte y el apoyo a los creadores. A través de su Programa de Mecenazgo, la feria ha consolidado su papel como plataforma de promoción del talento emergente y la consolidación de artistas en el mercado.

El Premio de Adquisición ha permitido la incorporación de obras seleccionadas a importantes colecciones privadas. Este año, las entidades Colección Studiolo, Colección E2IN2 y Devesa Law han apostado por la obra de Armando de la Garza (Premio de Adquisición. Colección Studiolo), representado por DDR Art Gallery; Fernando Suárez Reguera (Premio de Adquisición Colección E2IN2), representado por la Galería Luisa Pita y Moisés Yagües (Premio de Adquisición Devesa Law), representado por la Galería Aurora Vigil-Escalera; una iniciativa que asegura la difusión y preservación de las obras de los artistas premiados dentro del circuito del coleccionismo nacional.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


Por su parte, el Premio Artista Emergente, otorgado por One Shot Hotels en el marco del Programa One Shot Collectors, ha reconocido el talento de Ana Cardoso, representada por la Galería São Mamede. Este reconocimiento proporciona un impulso económico clave para la consolidación de artistas en etapas de desarrollo.

Finalmente, el Premio Residencia, organizado en colaboración con DOM Art Residence y ExtrArtis, ha sido concedido a Luis Olaso, representado por Kur Art Gallery. Gracias a esta distinción, el artista disfrutará de una residencia artística en Sorrento, Italia, en agosto de 2025, una oportunidad única para la experimentación, el intercambio cultural y la expansión de su práctica artística.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


COLECCIONISMO: EL ARTE DE ADQUIRIR CON CRITERIO

El fomento del coleccionismo ha sido otro de los grandes ejes de Art Madrid’25. Con el Programa de Coleccionismo One Shot Collectors, patrocinado por One Shot Hotels, la feria ha buscado fomentar la adquisición de obras de arte mediante un espacio de asesoramiento especializado. De la mano de la experta Ana Suárez Gisbert, los participantes recibieron orientación sobre cómo iniciarse en la compra de arte o ampliar sus colecciones con conocimiento y criterio. Este programa ha contribuido significativamente a fortalecer el mercado del arte contemporáneo y a reforzar la conexión entre creadores y coleccionistas.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


La veinte edición de Art Madrid deja cifras de venta que superan la edición de 2024; han sido adquiridas un total de 675 obras. De las cuales, 39 han sido a través del Programa de Coleccionismo de Art Madrid’25 liderado por la Art Advisor Ana Suárez Gisbert. El 10 % de las obras han superado los 20.000 euros de precio; el 15 % fueron piezas de entre 10.000 y 20.000 euros; el 30 % oscilaba entre los 3.000 y los 10.000 euros y, el 45%, fueron obras adquiridas por un importe menor a 3.000 euros. Esto refuerza el papel de Art Madrid como un evento clave para aquellos que desean adentrarse en el mundo del coleccionismo. En esta última edición, la feria ha contado con una mayor afluencia de visitantes internacionales, así como de diversas regiones de España, lo que confirma el creciente interés de los coleccionistas extranjeros por incorporar a sus colecciones obras de artistas españoles. Una vez más, las galerías participantes en Art Madrid han destacado el aumento de asistentes y el interés de los compradores, tanto de coleccionistas experimentados como de nuevos entusiastas que buscan iniciarse en el arte.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


UN EVENTO POSIBLE GRACIAS A SU RED DE COLABORADORES

El éxito de Art Madrid’25 ha sido posible gracias al respaldo de sus patrocinadores oficiales: Liquitex, Lexus, One Shot Hotels, Safe Creative, Universidad Nebrija y Cervezas Alhambra. Su apoyo ha sido fundamental para la celebración de los veinte años de arte contemporáneo de Art Madrid.

Además, la feria ha contado con la colaboración de plataformas e instituciones culturales como PROYECTOR, CRU Cultural Platform, la Asociación de Coleccionistas de Arte Contemporáneo 9915, Colección Studiolo, E2IN2, DOM Art Residence, Devesa, Enviarte, Vanille Bakery Lab & Café y Pago de Cirsus.

También ha recibido el respaldo de entidades gubernamentales como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Cultura y Deporte y la Comunidad de Madrid, reforzando así su presencia en el panorama cultural.

En el ámbito de la difusión, los media partners: PAC, Gráffica, Cultura Inquieta, ArtPrice, Arte al Límite, Arte por Excelencias, VEIN, Art Facts y Bonart Cultural han contribuido a proyectar el evento a nivel global.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano,


ART MADRID: UN FUTURO LLENO DE POSIBILIDADES

Después de dos décadas de trayectoria, Art Madrid se reafirma como un evento dinámico, accesible y en constante evolución. Con más de 100.000 visitantes en sus últimas cinco ediciones, la feria se ha consolidado como un referente imprescindible dentro del circuito artístico nacional e internacional.

La Galería de Cristal del Palacio de Cibeles ha vuelto a ser el escenario ideal para esta celebración del arte contemporáneo, ofreciendo un espacio de encuentro para galerías, coleccionistas y creadores de todo el mundo. Con una programación innovadora y un enfoque cada vez más abierto, Art Madrid’25 ha demostrado que, tras veinte años, su papel dentro del ecosistema artístico sigue siendo más relevante que nunca, y su futuro está lleno de posibilidades y nuevas exploraciones artísticas.


Art Madrid'25. Foto de Lucas Amillano.


Gracias por acompañarnos en esta 20ª edición de Art Madrid. Vuestra confianza y apoyo son esenciales para seguir impulsando el arte y la cultura contemporánea.


¡Nos vemos en Art Madrid'26!