Art Madrid'25 – LAS GALERISTAS, MUJERES DEL ARTE EN ART MADRID’18

Nuria Formentí, “A veces ando por las nubes”, técnica mixta.

 

 

 

Aunque las estadísticas siguen hablando de una visibilidad mínima de las mujeres artistas y de un protagonismo espúreo en los sectores capitales del mundo del arte (y no nos salvamos ninguna de las ferias ni de las principales instituciones y museos... ), las mujeres del arte están saliendo de la influencia de la alargada sombra del ciprés y hacen lo que vienen haciendo desde hace siglos: ser fieles a sus principios. En Art Madrid´18 tenemos la suerte de trabajar desde hace años con grandes profesionales que han luchado por hacerse un hueco en el sector de sus respectivas ciudades, galeristas mujeres que apuestan por la calidad, por las relaciones estrechas y largas con sus artistas y por la intuición.


La galería Marita Segovia, de Madrid, abrió sus puertas en el año 2004 y, de manera ininterrumpida, ha participado en ferias nacionales e internacionales consolidándose como un espacio dinámico, ecléctico y con una interesante labor de comisariado. La galería trabaja con artistas nacionales y extranjeros de corta y larga trayectoria y con obra de todas las disciplinas, de la pintura a la fotografía, la video-creación etc… Marita Segovia presenta en Art Madrid 18 una propuesta mixta (2 artistas hombres y 2 mujeres) compuesta por Joaquim Chancho, Angela Glajcar, Hernández Pijuan y Dominica Sánchez.

 

 

Angela Glajcar, “Terforation 007”, papel 200g roto y soporte de metal y plástico, 2017.

 

 

 

Angela Glajcar es una escultora alemana que trabaja el plástico y el papel y crea obras que juegan con el espacio existente entre el material y el vacío. Perfora conjuntos de láminas de papel creando una fuerte presencia escultórica que flota libremente en el espacio o se apoya sobre el plano. Durante los últimos años ha recibido numerosos reconocimientos, como ZONTA Art Prize, Phoenix Art Prize y Regionale 2010 Wilhelm-Hack-Museum.


Dominica Sánchez, por su parte, usa la pintura para llegar a una observación más íntima del mundo natural, a establecer un diálogo entre lo frágil y efímero y la musculatura del volumen. Sánchez lleva largos años perfeccionando este lenguaje pictórico, cuya sencillez no choca con la profundidad de las emociones que los dibujos conllevan, no son solo esbozos para sus esculturas, sino obras propiamente independientes.


De Valencia viene la galería Alba Cabrera, dirigida por Graciela Devincenzi D’Amico que se dedica desde sus orígenes a promocionar a jóvenes valores y artistas consagrados a los que dedica fantásticas exposiciones monográficas y muestra su trabajo en ferias de todo el mundo. También propone un tandem igualitario en la feria de febrero con trabajos de Cristina Alabau, Nanda Botella, Calo Carratalá y José Juan Gimeno.

 

 

 

Cristina Alabau, “Espacio interior”, acuarela y collage, 2017.

 

 

 

Cristina Alabau nada entre lo figurativo natural y la abstracción con la luz como principal protagonista de sus lienzos, la que aporta la poética, la emoción, la intimidad y ese tono casi meditativo que recuerda a las filosofías orientales, a la contemplación y el retiro.  Su obra podemos verla en el Museo de Villafamés, el Ministerio de Cultura español, el Palau de Valencia o la Universidad Politécnica de Valencia.


Nanda Botella es, sin duda, más matérica, en sus pinturas y collages combina el signo y el garabato, la escritura y la mancha de color, lo textual y aquello que está cosido. Las suyas son piezas vertebradas, reticulares, cuya estética puede entenderse como un collage de recuerdos y sueños en los que se mezclan fragmentos de tela, mensajes escritos y que evolucionan de cuadros a instalaciones, más luminosas y experimentales.


En Oviedo, Arancha Osoro dirige un espacio de arte en pleno centro de la ciudad que se ha convertido en una referencia para los coleccionistas y aficionados al arte locales. Centrada exclusivamente en arte contemporáneo y emergente, apuestan por un arte auténtico y personal que no tiene nada que ver con las corrientes mercantilistas que mueven el sector artístico y se acercan a sus clientes con una oferta de futuro, fresca e innovadora, trabajando estrechamente con cada artista, ayudándoles en su carrera para consolidar su estilo propio. Los artistas participantes en Art Madrid’18 de esta galería son Nuria Formenti, Jezabel, Kiko Miyares, Luis Parades y Roberto Rodríguez.

 

 

 

Jezabel Rodríguez, S.T., acrílico sobre tela, 2017.

 

 

 

La artista Nuria Formentí nació en Gijón pero ha vivido en diferentes países como Panamá, Estados Unidos, Reino Unido, Suiza aunque fué Colombia, en concreto Cartagena de Indias, la ciudad que le dejó una profunda huella y en la que, en 1999 comenzó a pintar. Su obra, esencialmente en papel, en acuarela, grafito y tinta, se ha descrito a menudo como realismo mágico porque sus dibujos y manchas tienen algo de narración y de ensueño. Arte pictórico y palabra se mezclan en sus papeles, lo que recuerda la primera vocación como escritora de esta artista.


Jezabel Rodríguez pinta recuerdos. En sus cuadros, la materia es una materia huidiza, transparente, casi un fantasma de objeto, de bodegón, una sombra de presencia… Formada en diversas disciplinas como escultura, pintura y cerámica, sus pinturas, de un blanco purísimo tienen volúmenes frágiles como piezas recién sacadas del horno. En el 2016, participa en la exposición en el museo de Bellas Artes de Asturias ”Arte Contemporáneo en el Museo de Bellas Artes de Asturias, últimas generaciones” , es tercer premio en el Certamen de Casimiro Baragaña  y accésit en el  XXI Certamen de Pintura Nicanor Piñole.

 

 

Juan Genovés, “Abaco”, Gliclee-papel Hahnemuhle Photo, 2016.

 

 

 

De Asturias también, de Gijón en esta ocasión, viene una de las galeristas fieles a Art Madrid, Aurora Vigil-Escalera que dirige nuevo espacio como continuidad a sus treinta años de profesión, iniciados en 1984, como socia de la Galería Van Dyck de la mano de sus padres Alberto Vigil-Escalera y Ángeles Pérez. Arte consagrado, artistas de larga y media trayectoria que se actualizan en función de las inquietudes de su directora, de sus descubrimientos y de los propios cambios en el sector del arte, en definitiva, experiencia y calidad son las señas de identidad de esta galería, visita imprescindible para muchos coleccionistas. Los artistas con los que participa en Art Madrid’18 son Pablo Armesto, Gorka García, Juan Genovés, Pablo Genovés, Rafa Macarrón, Chema Madoz, Ismael Lagares, David Rodríguez Caballero y Santiago Picatoste. Una cartera imponente.


Y más novedades, porque el nuevo proyecto de la Galería de Arte gallega Luisa Pita nace como una continuidad de la actividad que la Galería Bus Station Space, fundada y dirigida por ella misma, venía desarrollando en Santiago de Compostela desde el año 2012. Enfocado ahora como un proyecto cultural más ambicioso, con un significado propio y más personal, este nuevo espacio expositivo quiere ser un punto de encuentro para el arte entre artistas de reconocido prestigio y emergentes. Trabaja, entre otras artistas, con Yolanda Dorda (un verdadero descubrimiento en la pasada edición de Art Madrid), con Rebeca Plana y con Maria José Gallardo (otra de las favoritas el año pasado en la feria). Para Art Madrid´18 ha seleccionado obras de Arturo Álvarez, Pierre Louis Geldenhuys y Christian Villamide.

 

 

 

Lino Lago, “Rojo”, óleo sobre lino, 2017.

 

 

 

Acabamos con otra galería gallega, la galería Moret Art de A Coruña, dirigida por Nuria Blanco y con un equipo de profesionales especializados en el mercado del arte contemporáneo comprometidos con el arte emergente. Moret Art emplea cuantos recursos se han ido incorporando al sector en los últimos años, apoyos documentales, actividades didácticas, encuentros artísticos, recursos tecnológicos diseñados en torno al proyecto expositivo… Todo para acercar el arte, en todas sus formas, a un público cada vez más amplio y variado. Moret Art también realiza proyectos de consultoría vinculados a la tasación y catalogación de obras de arte y antigüedades. Con gusto por la fotografía y por el nuevo realismo, vienen a Art Madrid’18 con obras de Xurxo Gómez-Chao, Miquel Piñeiro, Iván Prieto y Lino Lago, cuyas pinturas hiperrealistas son abruptamente interrumpidas por la mancha, o se dejan apenas imaginar detrás de implacables cortinas de color puro, jugando siempre con las posibilidades expresivas de la pintura con una actitud casi irreverente y pop en manos de un maestro con una depuradísima técnica pictórica.


A este conjunto de féminas del arte se unen, por primera vez en Art Madrid, las galeristas Mercedes Roldán y Soraya Cartategui, ambas con sede en Madrid, la valenciana Shiras, a cargo de Sara Joudi, y Nebo Art Gallery, dirigida en Ucrania por Valeriia Ivanova. Además, Sofía Hernández, directora de la galería Léucade de Murcia participa por segundo año consecutivo en la feria, así como Arte Periférica, codirigida por Anabela Antunes, y la Galería Zielinsky, con Carla Zerbes. En el programa One Project contaremos con la presencia de Bea Villamarín, directora de la galería homónima en Asturias y la brasileña Rv Cultura e Arte, dirigida por Larissa Martina, además de Laura Clemente, codirectora de Pantocrator Gallery. No podemos olvidar a algunas galerías incondicionales como la Galería BAT, donde Mariam Alcaraz está al frente, Art Lounge, a cargo de Sofía Tenreiro da Cruz, y la Galería Kreisler, codirigida por Gabriela Correa. De todas ellas os hablaremos más adelante.

 

 

Gastón Lisak

CONVERSACIONES CON MARISOL SALANOVA. PROGRAMA DE ENTREVISTAS. ART MADRID’25

Gastón Lisak (Barcelona, 1989) llega al arte conceptual a través de un camino muy vinculado a su experiencia docente, la impartición de talleres y la experimentación con creaciones colectivas. Su trabajo parte de una rigurosa investigación en torno a la arqueología mundana, sobre la transformación del objeto anacrónico.

Su formación en el diseño le ha llevado a que muchos de sus trabajos estén relacionados con procesos industriales. Las técnicas de la industria aplicadas al arte, trabajar con desechos y convertirlos en frisos, da como resultado una serie de obras de enorme atractivo. Busca la belleza entre lo descartado, lo abyecto, cuestionando el concepto nuevo de hiperproducción. En definitiva, hacer que aquello que nos pasaría desapercibido nos detenga a observar. El juego está presente porque le importa el aprendizaje así como la recuperación de materiales.


Políptico, Exposición Gastón Lisak: Arqueología Mundana, comisariada por Mariella Franzoni, La Sala Centre d'Art Vilanova i la Geltrú, 2023. Fotografía de Roberto Ruiz.


¿Qué rol juega la experimentación en tu proceso creativo?

Yo creo que la experimentación tiene un papel crucial en mi trabajo, como nuevos materiales, nuevos procesos que vienen de la industria y que yo los aplico al mundo del arte. Al final, la experimentación va muy ligada al no saber cómo las obras van a acabar.

Vivimos en un momento en el cual tenemos mucha información, todo parece perfecto, todo el sistema, y el hecho de experimentar también implica el error, el que no salga como esperas, la sorpresa, el descubrimiento…

Mi trabajo se basa mucho en cómo poder entender las sociedades a través de los objetos que utilizamos. De repente, un objeto que se utiliza de forma masiva, un hiper objeto, hiper nuevo que aparece en todos lados, como puede ser un spinner o un angelito pequeño, actualmente, y que después desaparece en la nada.

Entonces, cómo a través del arte y de este descubrimiento de objetos de nuestro entorno, dentro de cincuenta, cien o doscientos años, podremos entender cómo vivíamos antiguamente. Al final todo este trabajo, es un trabajo que nos muestra y que deja constancia de un momento muy concreto en la Historia del Arte, en la historia de…, en la que estamos actualmente.


Mundane Archaeology. 2022. Fotografía en aluminio. 100 x 70 cm.


¿Cuáles son tus referentes?

Como a mucha gente, todos los referentes que yo tengo son personas que están alrededor mío y gente con la que creces diariamente. Sí que es verdad que viví un tiempo en Inglaterra y me fascinó el Fluxus, todo ese caos metido en cajas, como este mix de lo caótico y el orden absoluto. También lo aleatorio, lo random, lo inesperado, son temas que siempre me han fascinado.

El arte povera de Pistoletto, el rehusar, el darle un nuevo sentido a objetos de nuestro entorno. La obsesión compulsiva de Antoni Miralda con los objetos y su poder para escucharlos y entenderlos. Creo que son personas que a mí también me han influenciado mucho a lo largo de mi trabajo. Actualmente, por ejemplo, Joana Vasconcelos y el trabajo que hace como redescubriendo, repensando y recontextualizando objetos.

Además de las personas, lo que me fascina e inspira son los mercados. Los mercados son como museos al aire libre que cambian constantemente. Al visitarlos, uno encuentra objetos extraños que lo atraen, y de alguna manera, uno quiere acercarse para aprender más sobre qué son, de dónde vienen, por qué están ahí, qué historia tienen detrás. Gran parte de mi inspiración y mis referencias provienen del día a día, de las pequeñas interacciones, los errores, lo amateur, lo feo, lo extraño, lo raro de la vida cotidiana. A veces, trato de darle una vuelta a la rutina aburrida, al ciclo constante y a los recorridos repetitivos, intentando transformarlos y hacerlos siempre algo nuevo y distinto en mi día a día.


Metal Touch. 2022. Colección de plástico sagrado.


¿Cómo seleccionas los objetos que te inspiran?

Creo que a veces los objetos me eligen a mí y otras veces los elijo yo. Muchas veces, lo que elijo son objetos extraños, que no entiendo o que no tienen sentido. Por ejemplo, una de las cosas muy presentes en mi trabajo son las piezas marinas, objetos que provienen del mar o de la naturaleza, o objetos que son hiper nuevos. ¿Cómo podemos transformar algo efímero, como un plato de comida, en una pieza permanente, que se convierta en escultura, en un tótem, en algo para la posteridad? ¿Cómo hacer de algo pequeño, algo grande? Lo bonito de los mercados es poder descubrir en diferentes capas, ¿qué pasa si me acerco? Esos objetos que a lo mejor no tienen voz ni espacio, a través del arte podemos transformarlos y darles otro sentido y otra posición. Para mí, cuando transformo objetos y les doy un nuevo significado, son como espacios para compartir pensamientos sobre cómo estamos viviendo hoy en día. También es importante que estos objetos sean fáciles de entender y conectar. En nuestro entorno hay mucho ruido visual, caos y estímulos. La gente pelea, las marcas nos intentan captar la atención, todo intenta apropiarse de nuestra mirada. En el arte, el trabajo que más me interesa es crear esa pausa, ese "espera, respira, entiende y valora lo que tienes a tu alrededor". El arte, en este sentido, es un ejercicio de pensamiento que permite una acción tanto al espectador como al partícipe del proceso. Es un espacio para inspirar y para accionar cambios.

No creo que podamos cambiar el mundo de la noche a la mañana, pero sí inspirar pequeños cambios que nos permitan ver la vida de una manera distinta. También me he dado cuenta de que muchos objetos que aparecen en mi trabajo los había visto en otros lugares. Un objeto que aparece en un mercado en Buenos Aires, de repente aparece también en Chile o en la Lagunilla de México. Estos objetos viajan globalmente, y eso me interesa mucho. Algunos de los objetos que viven conmigo y en mis obras están allí porque también los he visto o vivido antes.


Vista de los exvotos en la exposición Fundación Espai Guinovart. Agramunt.2023.


¿Cuál es el papel de la naturaleza en tu trabajo?

Yo he crecido en el mar y lo amo; siempre ha estado presente en mi vida. Trabajando con objetos, si uno observa los gabinetes de curiosidades, el ser humano siempre ha tenido el impulso de documentar, coleccionar y poseer la naturaleza. En los mercados, siempre están presentes vestigios, piezas que provienen de lugares naturales, como conchas o corales, que cuando los ves en su lugar de origen, los admiras y aprecias.

Hoy en día, surge la pregunta: ¿qué es la naturaleza actual? ¿Qué impacto tenemos como seres humanos sobre ella y cómo incidimos? No podemos entender la naturaleza como algo separado de nosotros mismos; es un ecosistema donde hay simbiosis, y todos los seres deben convivir, también dentro de los objetos que creamos. Quizás no tenga mucho sentido tener estos nuevos objetos de moda, vendidos en masas, pero el arte nos permite reflexionar sobre estas cuestiones: cómo consumimos, qué consumimos, cómo lo hacemos, por qué lo hacemos y si tiene sentido en la actualidad.

Otro punto interesante sobre la naturaleza es su capacidad de inspiración. Siempre nos hemos inspirado en ella, y en mi caso, el mar y las caracolas me fascinan, así como todo lo que representa el misterio de ese mundo que se encuentra 10, 15, 20 metros debajo del agua. Mirar nuestro entorno a través de una lente más científica, como si fuera un laboratorio, nos permite aprender más sobre lo que nos rodea. Si voy a un mercado y analizo los objetos de forma sistemática, puedo obtener información de la misma manera que alguien analizaría una hormiga o una mariposa en un laboratorio.


Ketchup. 2022. Colección de plástico sagrado.


¿Cuándo sientes que has llegado a la pieza final de una serie?

Para mí, el final de la obra es tan importante como el proceso de creación. Hay todo un camino, un descubrimiento, para llegar a realizar una obra. El final tiene su importancia, pero también lo tiene la historia detrás de ella. La obra está acabada cuando sientes que lo está, pero su valor no radica solo en el resultado final, sino también en todo el tiempo y el camino que ha llevado llegar hasta allí.

Una frase que me motiva mucho es "hacer extraño lo familiar y familiar lo extraño", de un poeta alemán llamado Novalis. Me inspira porque, en nuestro entorno, es interesante ver cómo podemos transformar objetos familiares en algo mágico, distinto y extraordinario. Es gratificante observar los objetos que nos rodean a través de una lupa, ver lo familiar transformado en algo raro, ya sea por su materialidad, su historia o el contexto en el que lo colocamos.

En los últimos años, he desarrollado una obsesión por esta dicotomía entre lo familiar y lo extraño, y cómo, a través de la curiosidad y el descubrimiento, podemos cuestionarnos y entender cómo vivimos hoy en día. Esto genera una pausa, un momento para reflexionar, porque vivimos en un mundo muy rápido, de constante movimiento, y creo que el arte nos permite detenernos y respirar.





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