Art Madrid'25 – ESPACIOS ÍNTIMOS. REFLEXIONES PERSONALES

Dentro de la exposición online “Espacios íntimos. Reflexiones personales” conviven ocho artistas cuyas obras están conectadas por la búsqueda del espacio íntimo. Las imágenes de Xurxo Gómez-Chao, Alfonso Zubiaga, Carlos Regueira, Soledad Córdoba, Rocío Verdejo, Andy Sotiriou, Ely Sánchez y José Quintanilla capturan estampas serenos y solitarios, espacios vacíos, cuartos diáfanos con los que invitan a la reflexión personal. La selección de imágenes de esta exposición se articula en torno a dos esferas: la de los espacios interiores y la de los paisajes naturales.

El individuo se haya inmerso en una vorágine que lo sitúa cada día en una disyuntiva vital. Gran parte de nuestras decisiones son el fruto del devenir de las cosas, la imposición de unas pautas estandarizadas que nos imbuyen en rutinas de modernidad, en el curso de la sociedad de nuestro tiempo. No obstante, la necesidad de recuperar la esencia del ser humano se impone muchas veces a esta inercia. El retorno a la espiritualidad, al equilibrio interior, reclama su lugar.

Con la serie “La Salita” el fotógrafo Xurxo Gómez-Chao logra dotar de alma a paredes y a espacios en los que el único elemento destacado es una butaca. Crea de este modo ambientes oníricos dentro de esos paisajes de interior donde la ausencia de más elementos confiere un significado más intangible.

Xurxo Gómez-Chao

Hotel Earle. Red room, 2016

Fotografía sobre papel Ilford

100 x 80cm

Xurxo Gómez-Chao

Hotel Earle. Golden room, 2016

Fotografía sobre papel Ilford

75 x 60cm

Por su parte, los escenarios líricos de la serie “Limbo” de Soledad Córdoba parten de realidades experimentadas y ensoñadas. Sus imágenes crean poemas visuales, donde el silencio, la belleza, el dolor, el miedo o la incomunicación están presentes y unidas por un frágil hilo conductor. Rocío Verdejo, al igual que Soledad, introduce figuras humanas en sus composiciones para desentrañar esa maraña de sentimientos y emociones que supone la violencia de género. Su trabajo “Crashroom” es una metáfora visual que logra expresar ese “no existir por dentro”.

Rocío Verdejo

Crashroom, 2014

Impresión con tintas pigmentadas sobre papel Hahnemühle sobre dibond

70 x 50cm

Los entornos naturales ofrecen también multitud de posibilidades para transmitir esas sensaciones aunque no haya muros, ni paredes, ni fronteras, ni limitaciones. Encontramos así paisajes desnudos sin intervención que logran transmitir un profundo equilibrio como los de Andy Sotiriou, cuya serie “Snowscapes” captura campos nevados surcados por las líneas azarosas de la vegetación, o Alfonso Zubiaga, que interpreta la relación entre la tierra y el mar con imágenes de alto contraste y gran serenidad en su trabajo “Binario”. También así José Quintanilla recurre a estampas de terrenos labrados en las que emerge, de pronto, una construcción baldía, anónima y deslavada. Su proyecto “Mi casa, mi árbol” transmite una profunda nostalgia con fotografías de estética retro y tonalidades ocre-pastel.

Andy Sotiriou

Snowscape 29, 2014

Fotografía, pigmentos minerales sobre papel

60 x 60cm

Alfonso Zubiaga

Binario 1, 2017

Fotografía

55 x 74cm

José Quintanilla

Mi casa, mi árbol 15, 2015

Tintas pigmentadas sobre papel algodón Hahnemühle montado sobre cartón museo

21 x 31cm

Desde una perspectiva más onírica, Carlos Regueira ofrece una visión más dramática de parajes boscosos. Sus “Paisajes pervertidos” reflejan una belleza mórbida, quizá amenazadora, pero que al mismo tiempo revela serenidad formal y equilibrio. Son imágenes que surgen de entre la bruma de la memoria e interpelan al espectador. En una línea similar evoluciona la obra de Ely Sánchez. En su serie “Heridos” busca desvelar que todo lo que vemos es un artificio, una imagen traducida, verosímil pero no real. Por otro lado, en “Sueños geométricos” el artista se centra en la belleza del sueño lúcido para experimentar lo que en la vida real no es factible, logrando así liberar su identidad más íntima.

Carlos Regueira

Malaysia, 2014

Fotografía

52 x 70cm

Ely Sánchez

Serie Heridos 1, 2014

Impresión digital

53 x 80cm

|354:150

Aurelio San Pedro

CONVERSACIONES CON MARISOL SALANOVA. PROGRAMA DE ENTREVISTAS. ART MADRID’25

Aurelio San Pedro (Barcelona, 1983) dibuja con gran delicadeza, centrando su atención en escenarios naturales y decantándose por el blanco y negro. La memoria es muy importante en su proceso creativo, que se basa en el tratamiento del recuerdo como vía de expresión plástica. Su formación en ingeniería y topografía impregna parte de la búsqueda de imágenes que le inspiran para escoger los paisajes ideales, que genera a partir de lugares reales y también fabulados.

El proceso de cada una de sus piezas es lento, suponiendo un concienzudo ejercicio de introspección para el artista. El papel es casi un fetiche para él, teniendo tanta importancia las partes que decide intervenir como las que deja en blanco. Fluctúa entre abstracción y figuración sin dejar de mantener un estilo propio, identificable y de un profundo calado.


Return to Oneself. De la serie Books and Landscapes. 2024. Técnica mixta. 100 x 100 cm.


¿Qué rol juega la experimentación en tu proceso creativo?

En mi proceso creativo la experimentación juega un rol muy importante a nivel conceptual y estético. La obra avanza en paralelo y a medida que van sucediendo acontecimientos, se va definiendo lo que será la obra final. En cuanto a nivel de producción, sí que depende mucho de la serie en la que me encuentre trabajando en ese momento. Por ejemplo en la serie Books, que es una serie realizada con fragmentos de libros, la tridimensionalidad es fundamental. Mientras trabajaba en ella, me iba encontrando con lo que es la prueba y el error; el residuo, la simplificación y la agilización de los procesos.

En cuanto a los dibujos, la experimentación física es mucho menor. Pero también hay encuentros, búsqueda de herramientas, ensayo y cambios dentro del proceso de trabajo . Por ejemplo, en Landscapes uso un lápiz con tres extensores que hace unos cincuenta, sesenta centímetros. En las dos últimas series, Iceland y Nature, he tenido que aprender a desplazarme y a ubicarme en la naturaleza y además también he tenido que depurar bastante la técnica a nivel de dibujo.


Siempre se topaba con la misma piedra. Detalle. de la serie Books and Landscapes. 2024. Técnica mixta. 10 x 19 cm.


¿Cuáles son tus referentes?

No podría señalar referentes estéticos concretos, pero sí mencionar aquellos que han dejado una huella en mi trayectoria. En primer lugar, a mi padre, por su vínculo con el arte y la arquitectura. También Antoni Marqués, un reconocido artista catalán con quien tuve la fortuna de aprender durante un año en su estudio.

A nivel histórico, la obra de Magritte y Joseph Kosuth ha sido una gran influencia para mí. En cuanto a lo formal, encuentro cierta conexión con el arte povera y me identifico con el minimalismo.


Twenty Dark Episodes. 2024. de la serie Books and Landscapes. Mixed media. 100 x 100 cm.


¿Cómo aplicas el recuerdo, la memoria, a tus dibujos?

Gran parte de mi obra, si no toda, se basa en este recurso. Comencé con la serie Diane, una serie de dibujos a lápiz que reproducían fotografías antiguas de Diane Arbus. En ellos, eliminaba a los personajes principales y sólo conservaba los fondos. Estos dibujos se complementaban con dípticos donde se incluía la descripción del personaje ausente, el lugar donde se tomó la fotografía y el año en la que se realizó. De este modo, se generaba un diálogo entre presencia y ausencia, explorando la memoria y el recuerdo.

Más adelante trabajé en Landscapes, una serie mucho más etérea en la que, a través del recuerdo personal, buscaba representar una imagen idealizada e indefinida. Actualmente, desarrollo Nature e Iceland, proyectos que reflexionan sobre la memoria natural en relación con la propia forma del paisaje.

Me interesa plantear preguntas como: ¿Cómo ha llegado una piedra hasta allí? ¿Cómo se ha formado este río meandriforme? Un simple paisaje encierra innumerables huellas y procesos. Para mí, esa es la esencia de la memoria en mi trabajo.


ST.3. De la serie Iceland. 2024. Lápiz sobre papel. 120 x 100 cm.


¿Cuánto tiempo te lleva trabajar en tus obras?

El tiempo que dedico a cada obra depende principalmente de su complejidad y de las características específicas de la pieza. En general, suelo invertir entre dos y cuatro semanas en cada trabajo, con una media aproximada de tres semanas. Esto varía, ya que algunas obras requieren más tiempo de reflexión, ajustes o detalles, mientras que otras pueden surgir de manera más fluida. La variedad en el proceso creativo es lo que marca la diferencia, ya que cada pieza tiene sus propias exigencias y ritmos, lo que hace que cada experiencia de creación sea única.


Return to Oneself. De la serie Books and Landscapes. 2024. Técnica mixta. 100 x 100 cm.


¿Por qué eliges transmitir mediante el blanco y negro?

El blanco y negro me atrae profundamente por su atemporalidad. Este enfoque visual no solo evita distracciones, sino que también elimina ciertos detalles que podrían restar misterio a la obra, permitiendo que el espectador se enfoque en lo esencial. La ausencia de color y la luz difusa que utilizo en mis obras contribuyen a una sensación de distorsión y vaguedad, lo que, para mí, amplifica el carácter enigmático de la imagen.

Al omitir el volumen y el color, se crea una atmósfera que invita a la interpretación, dejando espacio para que el espectador proyecte su propia narrativa sobre lo que ve. Esta cualidad de incertidumbre y sugestión es lo que considero tan potente en el uso del blanco y negro.





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