Art Madrid'24 – NACHO ZUBELZU: LA NATURALEZA EN TODAS LAS COSAS

Nacho Zubelzu. Cortesía del artista.



ARTE & PALABRA. CONVERSACIONES CON CARLOS DEL AMOR


Nacho Zubelzu (Reinosa, 1966) es un artista que desde su Valle de Campoo en Cantabria decidió un día recorrer el mundo cargando con ese Valle siempre en la mochila y que fuera la naturaleza la que le sorprendiera y se filtrara en toda su obra.

Los artistas amantes de la naturaleza deben tener varias cosas en cuenta, es sumamente cambiante y más si ejerces de nómada y hay que respetarla porque solo hay una. Ese respeto y esa interacción con el entorno hacen de la obra de Zubelzu una obra sutil, profunda, virtuosa y emocional porque la tierra es emoción pero para emocionarte hay que vivirla. Él la vive con sumo respeto y compromiso, la vive tanto, que suele hacer la trashumancia con los pastores extremeños y andaluces que llevan al ganado a buscar esa segunda primavera que ojalá, pudiéramos vivir también los seres humanos.

Cuando nos movemos dejamos huella, queramos o no. Lo importante es ser conscientes de ese rastro dejado que heredarán aquellos que todavía ni lo saben.

Estamos ante un artista que tiene el equilibrio como primer mandamiento, la observación como segundo y la curiosidad, quizá como tercero; y que apoyado en el dibujo, la escultura, la fotografía o la performance intenta cambiar la forma de mirar de los que vamos demasiado deprisa para comprender que solo hay un mundo del que cada vez parecemos más distantes.



De la serie Resistencias. Caracol. Pluma y tinta sobre papel. 2023.



Si tuvieras que definirte en una frase, ¿cómo te definirías?

Me definiría como un artista nómada de ida y vuelta. Creo que soy un creativo, un amante de la naturaleza, la cual, como si fuese un chamán, transformo luego en mis viajes. Pretendo acercar el arte a la vida, a nuestras raíces, al universo. En definitiva, me considero un intermediario entre el hombre y la tierra.



Probablemente mi segunda pregunta se relacione con la primera, la razón es que no sé si presentarte como pintor, escultor, performer o incluso topógrafo y pastor. Ayúdame.

Como bien dices ya lo había resumido en la primera pregunta, pero me considero un hombre de renacimiento, como esos pastores de vida sencilla que he conocido y que siempre encuentran soluciones para poder sobrevivir con los mínimos recursos. Un pastor me dijo en una ocasión que lo que se necesita para seguir adelante es simplemente una cuchara y una navaja. Y efectivamente, no me gusta encasillarme en una disciplina concreta. Me gusta englobar todas. Me siento muy a gusto utilizando distintos recursos o herramientas para crear, emocionar, hacer sentir e intentar llegar al espectador, que es, en definitiva, el gran reto. Para todo esto utilizo diferentes disciplinas artísticas y considero eso, que el mundo es una inmensa paleta llena de recursos, de ideas, de materiales. Ahí es donde mi función es elegirlos, ordenarlos, descontextualizarlos, para así dar con la clave, con la solución, en definitiva, con la obra. Para ello, en cada caso utilizaré la disciplina y herramienta que mejor se adapte a ese momento o ese lugar, ya sea tallando, pintando, dibujando, con medios audiovisuales o incluso utilizando mi propio cuerpo. Por lo tanto, Carlos, cómo definirme o cómo me llames, pues como decía el otro, “no me llames Dolores, llámame Lola”.



El viaje, el movimiento, la observación, los lugares y las tradiciones son elementos que se reflejan en tus obras ¿verdad?

Pues sí, cierto. Precisamente la observación me ha dado las claves para muchos de mis proyectos. Ya desde mi infancia y juventud he pasado muchas horas en el campo haciendo esperas, contemplando el medio rural, los animales, su comportamiento. Me apasionaba mucho la migración, tanto de las aves como de los mamíferos. Creo que de ahí partió el viaje y el interés también por esa actividad, por la trashumancia. Ese punto ancestral me cautiva y es entonces cuando enfoco todo mi potencial artístico a reflexionar sobre ese tema en concreto. La trashumancia sí la he vivido en primera persona. He participado en varias trashumancias por toda la península, desde Andalucía a Teruel; desde Extremadura a la Cordillera Cantábrica; de Albarracín a Sagunto, bueno, infinidad de trashumancias. Y en estos trayectos he compartido y convivido con pastores y ganados durante muchos meses. He podido nutrirme y absorber toda esa esencia, esa estética impresionante. Es una forma de vida intensa, en pleno contacto con la naturaleza, con el medio en sí. Y todas esas experiencias las he podido luego recoger y reflejar en la serie titulada Trashumancias. Fue y sigue siendo un gran trabajo de simplificación y de búsqueda para conseguir sobre todo expresar lo bucólico, lo sencillo, el bello movimiento ese de grandes rebaños, de miles en ocasiones, de animales deslizándose, desplazándose al unísono por laderas, montañas y por cañadas. Estoy realmente muy contento con el resultado de este proyecto y sigo trabajando en ello. Como en la trashumancia, igualmente en los viajes intento reflexionar sobre cada cultura, sobre cada civilización con que tengo contacto. Absorber su filosofía, los mitos y leyendas que luego tengo que también simplificar y trasladar a mi propio trabajo artístico. Yo siempre digo que la vida es un cúmulo de experiencias y de circunstancias y que el viaje en sí engloba todas. Quizás sea porque la vida es un gran viaje.



La piel de las montañas. Papel recortado sobre tela. 2020.



Hay artistas que huyen del lugar donde nacieron y están siempre en constante búsqueda, tú sin embargo, parece que estás siempre en constante búsqueda por tus viajes pero partiendo de un lugar concreto que sobrevuela todo, que es precisamente el lugar donde naciste. ¿Qué importancia tienen tus orígenes en lo que vemos?

Pues efectivamente, en mis orígenes creo que está todo. Yo, curiosamente, nací en un coche antes de llegar al hospital de Santander, en Valdecilla, y siempre he dicho que mi amor por los viajes empezó en eso, en un dos caballos. En mi memoria infantil se implantan los recuerdos, los sentidos, el entorno, las vivencias que luego afloran, y yo, como artista, tengo que estar siempre atento para poder utilizarlos en el proceso artístico. A mí particularmente me ha marcado mucho el territorio, el entorno rural de mis abuelos, la naturaleza, el campo, en definitiva, todas las montañas del Valle de Campoo concretamente, que es el territorio que me rodea aquí en Cantabria. También me han marcado las condiciones climáticas, muchas veces duras, como el frío o la nieve, con nevadas habituales, a veces de metro, metro y medio desde la infancia. Por eso creo que a menudo utilizo el color blanco, buscando siempre los matices y brillos de este; y también el movimiento efímero que hacen y que nunca se repite en las acumulaciones de hielo y de nieve; muy evidente en obras como La piel de las montañas o Cristales de hielo. También, intuitivamente, dibujaba mucho la madera. Los procesos de envejecimiento me apasionaban, cómo iban envejeciendo esos colores grises que iba adquiriendo la madera. También la madera quemada, como la que observaba en la lumbre de las chimeneas y de las cocinas de los pueblos. Evidentemente, además de la concepción estética del entorno en el cual has nacido y vivido, este entorno condiciona el uso o no de unos u otros materiales. En mi caso, todo lo que me rodeaba, tanto hojas, huesos, pieles, pelo, pétalos, cualquier elemento no artístico, lo utilizaba, investigaba, lo sacaba de contexto para luego crear mis piezas. También de ahí pienso que viene ese interés por lo efímero, como es la naturaleza en sí, todos sus ciclos, sus estaciones. Así yo creo que me inicié en el Land Art, utilizando la naturaleza, el medio natural, el territorio como soporte de muchas piezas mías. Y también la utilización, empezar a utilizar en las piezas la performance, mi propio cuerpo. En ocasiones piezas más conceptuales y reivindicativas en defensa del entorno que siempre he querido conservar, que es este que me rodea.



Aligustre 2. Detalle. Polipiel y lana sobre PVC. Hilo Dorado. 2021.



La curiosidad alienta tus obras y la curiosidad hace que siempre se esté investigando. Ese proceso de siempre intentar avanzar, de no quedarse en lugares cómodos debe ser también agotador?

Desde luego intento siempre avanzar, descubrir e investigar. Para ello es una constante en mi vida vincular objetos y lugares en contextos culturales diversos y también en países diferentes. Por ejemplo, puedo coser papel chino con lana de llama peruana o sembrar mi cuerpo en el desierto de Atacama. O dorar en el proyecto Kintsugi que he realizado una “manyatta masai” en Kenia. Y mi trabajo también es muy artesanal. Siempre quiero que intervenga la mano del artista, como lo hacen los artesanos en esas culturas atávicas que he conocido en África, Sudamérica o en Asia, y que siempre me han atrapado con esa fuerza ancestral que tienen. Así el trabajo que realizo es meticuloso siempre, paciente, formando series, elementos repetitivos, muchas veces superpuestos. Lo que quiero representar en sí es ese orden que existe aquí en la naturaleza, que está desde el ala de una mariposa, el ala de un ave, o en la botánica incluso. La manera puede ser recortando, cosiendo, dibujando con plumilla o moldeando. El resultado siempre suelen ser composiciones equilibradas, buscando la perfección estética que tiene la naturaleza, pero es muy difícil llegar a ello. Pienso que cuando se está en ese momento de lucha, de dificultad, de incertidumbre, es cuando realmente se desarrolla la actividad, aflora la intuición y… _¡zas! _aparece la clave, el chispazo que digo yo, la solución para la obra. Es necesario estar muchas veces “en el alambre”, no acomodado, para que surjan las ideas, los recursos, las decisiones. Por otra parte, opino que la rutina anula totalmente la creatividad, o al menos la relaja. Y sí, Carlos, te puedo decir que es bastante agotadora esa permanente inquietud, curiosidad, búsqueda, pero luego la satisfacción y el disfrute, el disfrute de esa creación, tú lo sabrás también, supera con creces todo el esfuerzo.



Maraña vegetal. Pluma y tinta sobre papel. 2020.



¿Qué cabe en tu universo?

En mi universo cabe mucho, cabe casi todo. Cabe la sinceridad, tanto en la persona como en la obra. También tienen cabida en mi universo “las tres T” _que digo yo, y que considero fundamentales para la creación, que son _el trabajo, el tiempo y el talento. Cabe la tolerancia, el respeto, el humor, caben los niños. Y por supuesto, lo que siempre cabe para mí es estar tumbado, pasando la noche en el campo, mirando un cielo lleno de estrellas mientras escucho el canto del cárabo en las montañas campurrianas. Eso siempre cabe.



¿Y qué no cabe en él?

Pues no cabe el fanatismo, la envidia, la mediocridad, la rutina; es decir, no cabe lo contrario de lo que sí cabe. Y por supuesto, no cabe, y hay que luchar por ello, un planeta lleno de plástico, de contaminación, que no respira, y que este año ha subido un grado y medio de temperatura media. He podido comprobar en mis viajes, por desgracia, que el plástico ha llegado a cualquier rincón insospechado del mundo. Ya como el fútbol ¿no? Hasta los más inaccesibles. Lo he visto en el Amazonas, en el Himalaya, en el Masai Mara o en el delta del Mekong. Eso es lo que no cabe en mi universo.



¿Hacia dónde crees que va tu arte?

Pues mi arte creo que va, y si no, voy a intentar que vaya por todos los medios, hacia donde pueda seguir disfrutando, haciendo disfrutar y emocionar. También quiero que mi arte, dentro de mi responsabilidad como artista, sirva en alguna medida para mejorar la condición humana, así como para alertar y denunciar la preocupante situación social y ambiental que tenemos en este planeta. Dentro de estas premisas seguiré desarrollando procesos artísticos ya iniciados en los que veo mucho potencial y tengo gran ilusión. Por ejemplo, Adorando, proyecto en el que voy dorando partes, objetos, lugares del planeta rotos o deteriorados basándome en el proyecto Kintsugi japonés. Como no, también seguiré con la misma ilusión la serie Trashumancias en sus diferentes versiones y formatos. Es el proyecto con el que me encuentro más a gusto y el que creo que recoge y desarrolla todo mi universo circundante. Como también lo hacen las performances, y lo seguiré haciendo con Sembrándome, que realizo en diferentes lugares del mundo para llamar la atención sobre la necesidad de conservar las humanidades, las artes, la literatura, la poesía, para que no sean absorbidas tanto por la ciencia y la tecnología, sobre todo hoy en día con el preocupante avance de la inteligencia artificial. Paralelamente a estos, sigo desarrollando el proyecto titulado Deucalionic Pirra, donde voy ocultando bajo tierra diferentes figuritas antropomórficas de plomo, y las coloco en diferentes lugares del planeta. A través de la galería Metro que ha apostado en el proyecto, los coleccionistas son los encargados de recuperar lo que yo llamo “semilla de barro”, en cuyo interior están las coordenadas y la información de dónde está esa figura. Creo que es una manera distinta de obtener una pieza de arte y de esta manera también involucrar al comprador en parte del proceso creativo, en cerrarlo. Hay un gran componente aventurero, lúdico, infantil, arqueológico y hasta antropológico en el proceso. Estoy también muy involucrado y muy emocionado. En definitiva, quiero, a través de mi arte, seguir dejando huellas de tolerancia, de respeto y si puede ser, aunque difícil, de paz por todo el mundo.







ART MADRID’25 PRESENTA LAS GALERÍAS PARTICIPANTES Y EL PROGRAMA PARALELO DE LA EDICIÓN


Art Madrid celebra en 2025 sus veinte años de arte contemporáneo estableciéndose como evento legitimador dentro del sector de las artes visuales en España. La feria de arte contemporáneo que inició el camino al resto de ferias y eventos que hoy conviven durante una misma fecha en el calendario, vuelve a acoger a las galerías nacionales e internacionales que se dan cita durante la Semana del Arte de Madrid, en una edición que promete ser el inicio de los nuevos derroteros por los que transitará la feria.


Art Madrid’25 presenta el Programa de galerías de su 20ª edición

El programa de galerías de Art Madrid’25 es el eje principal de la feria, un punto de encuentro donde convergen diversas voces del arte contemporáneo. Conformado por una selección de galerías consolidadas, de mediana trayectoria y emergentes, el programa ofrece una visión representativa de las tendencias artísticas más recientes. A través de la experimentación y la exploración de nuevos lenguajes visuales, los artistas que participan proponen obras que reflejan los códigos estéticos y las inquietudes de nuestro tiempo. Cada edición, Art Madrid destaca por su curaduría, que incluye una cuidada selección de galerías y artistas nacionales e internacionales, mostrando el pulso de las propuestas más innovadoras que definen el presente y futuro del arte contemporáneo.

En esta 20ª edición, Art Madrid se vuelve un punto de encuentro imprescindible para quienes siguen de cerca el trabajo de galerías y artistas. La Galería de Cristal se llenará con propuestas frescas y arriesgadas de treinta y cinco galerías, tanto nacionales como internacionales, que nos invitan a repensar el arte en su forma más pura. Lo que veremos no es solo una muestra de lo mejor del momento, sino un testimonio de cómo el arte sigue desafiando convenciones, tocando emociones y ampliando los límites de lo posible.

Las propuestas expositivas, variadas en enfoques y técnicas, nos acercan a un arte que no teme experimentar y que nos impulsa a reflexionar sobre lo que nos rodea. Cada obra, más que un objeto estético, será una provocación, una invitación a mirar más allá de lo evidente. Durante la feria, será imposible no sentir cómo estas creaciones marcan su huella en la cultura actual y, al mismo tiempo, encuentran su lugar en el complejo entramado del mercado del arte, reafirmando a Art Madrid como un referente clave dentro de la escena artística nacional.

Foto cortesía de Beatriz Maestre


Las galerías españolas: Emergen nuevas voces

España estará representada por veintiuna galerías, una muestra contundente de la diversidad creativa que recorre el país. Dos de ellas participan por primera vez en Art Madrid: Galería Carmen Terreros (Zaragoza) y Canal Gallery (Barcelona), trayendo consigo una bocanada de aire fresco que promete sorprender. Diecinueve galerías vuelven a la feria, celebrando los veinte años de un evento que les abrió las puertas desde el inicio, con el compromiso compartido de seguir trabajando por el arte contemporáneo que se produce en casa. Las galerías que regresan a Art Madrid’25 son: 3 Punts Galería (Barcelona); Alba Cabrera Gallery (Valencia); Aurora Vigil-Escalera (Gijón); CLC ARTE (Valencia); DDR Art Gallery (Madrid); Galería Arancha Osoro (Oviedo); Galería BAT alberto cornejo (Madrid); Galería Espiral (Noja); Galería La Mercería (Valencia); Galería Luisa Pita (Santiago de Compostela); Galería Metro (Santiago de Compostela); Galería Rodrigo Juarranz (Aranda de Duero); Inéditad Gallery (Barcelona); Kur Art Gallery (San Sebastián); Moret Art (A Coruña); OOA GALLERY (Sitges/Londres); Pigment Gallery (Barcelona); Shiras Galería (Valencia) y Uxval Gochez Gallery (Barcelona).


Foto cortesía de Beatriz Maestre

Las galerías internacionales: Un diálogo sin fronteras

Pero el arte no entiende de fronteras, y por eso Art Madrid siempre ha sido un lugar de encuentro global. Este año, trece galerías internacionales ocupan sus lugares de enunciación para enriquecer la propuesta expositiva del evento. Cuatro de ellas participan por primera vez: Aria Gallery (Florencia, Italia), CHINI Gallery (Taipéi, Taiwán); Gallery 1000A (Nueva Delhi, India) y Ting Ting Art Space (Taipéi, Taiwán), aportarán una visión fresca y diversa, consolidando a Art Madrid como una feria en expansión hacia el escenario del arte contemporáneo internacional. Junto a estas, otras como Collage Habana (La Habana, Cuba); Galeria Sâo Mamede (Lisboa, Portugal); Galleria Stefano Forni (Bolonia, Italia); Jackie Shor Projects (São Paulo, Brasil); Loo & Lou Gallery (París, Francia); Nuno Sacramento Arte Contemporânea (Ílhavo, Portugal); O-Art Project (Lima, Perú),Trema Arte Contemporânea (Lisboa, Portugal) y Yiri Arts (Taipéi, Taiwán), que una edición más vuelven a confiar en Art Madrid como apuesta segura.

El recorrido por estos veinte años de arte contemporáneo ha sido un hito al que arribamos con el mismo compromiso del proyecto en ciernes que una vez modificó el paisaje de las ferias en España y desde entonces ha sido partícipe y testigo del crecimiento de una escena artística amable, diversa, fuerte y en constante evolución.


Foto cortesía de Beatriz Maestre

Programa paralelo: Cartografías sensibles sobre el Territorio Ciudad

El Programa Paralelo de Art Madrid'25 trasciende los límites de la feria, proponiendo un vínculo dinámico entre el arte y la ciudad. Bajo el concepto de Territorio y Ciudad, esta edición lleva el arte a los espacios urbanos, a los rincones cotidianos que conforman la memoria y el presente de Madrid.

Entre las actividades destacadas se incluyen experiencias de realidad aumentada y digitales, videocreación e instalaciones efímeras, e intervenciones urbanas que dialogan directamente con la ciudad de Madrid. Estas acciones amplían el trabajo de los artistas hacia el entorno urbano, activando una conversación continua entre el arte y el territorio. De este modo, la ciudad se convierte en un laboratorio creativo donde lo cotidiano y lo artístico se entrelazan, abriendo nuevas formas de conexión entre la comunidad y el arte.

El programa también explora las geografías emocionales e identitarias que atraviesan Madrid, invitando a reflexionar sobre el significado de pertenecer a un lugar y cómo las prácticas artísticas transforman nuestra relación con el espacio. A través del tema: Territorio y Ciudad el programa paralelo de Art Madrid’25 construye un mapa que conecta lo local con lo global, lo íntimo con lo colectivo, y abre una experiencia sensorial que estrecha los lazos entre el arte, el territorio como un concepto expandido y la ciudad como un contenedor de realidades sensibles.

El Programa Paralelo de Art Madrid'25 invita a explorar las intersecciones entre arte, espacio público y comunidad, convirtiendo a Madrid en un territorio-ciudad de creación y reflexión compartida.


Foto cortesía de Beatriz Maestre

En esta 20ª edición, celebramos con orgullo el recorrido de nuestra feria y agradecemos profundamente el apoyo y la confianza de artistas, galeristas, coleccionistas y amantes del arte que han sido clave para que Art Madrid siga adelante con la mirada puesta en el futuro. No ha sido un camino fácil, pero hemos comprendido la importancia de que un evento como este perdure, se consolide en el circuito del mercado del arte nacional y se convierta en una puerta de acceso a la escena artística internacional.