Art Madrid'25 – ARTE E INTELIGENCIA ARTIFICIAL: ¿EL FIN DE LA CREATIVIDAD HUMANA?

Los usos de la inteligencia artificial (IA) se extienden a diversos aspectos de nuestra realidad con potenciales aplicaciones que van desde el diseño de patrones de comportamiento social, la predicción de fluctuaciones económicas o el tratamiento de datos para el desarrollo de medidas políticas en tiempos de crisis. Todo ello nos muestra un porvenir futurista que aún seguimos viendo como una película de ciencia ficción, quizás en gran parte, debido a la abundancia de explicaciones y el uso de términos que nuestras mentes aún no son capaces de trasladar a un plano tangible. Además, la unión de los vocablos “inteligencia” y “artificial” para referirse a estos avances, genera a su vez una sombra de duda sobre el valor que la intervención humana sigue teniendo en este contexto. ¿Llegaremos a ser prescindibles?

Pierre Fautrel, del colectivo Obvious, “Edmond de Bellamy”. Retrato creado con IA, 2018. (Imagen de Christie's)

El mundo del arte no es ajeno a esta realidad y muchos aventuran que el arte realizado mediante inteligencia artificial será el gran movimiento artístico del siglo XXI. Aunque las investigaciones sobre estos métodos comenzaron en las últimas décadas del siglo pasado, el asunto ganó popularidad desde que en agosto de 2018 se subastó por primera vez en Christie’s una obra realizada por inteligencia artificial: Portrait of Edmond de Belamy (2018) que fue vendida tras más de seis minutos de pujas por 380.000 euros. Al poco tiempo, sucedía otro tanto con Memorias de los transeúntes I (2019) de Mario Klingemann, subastada en Sotheby’s por 46.450 euros.

Es un hecho que en los últimos años, el arte y la inteligencia artificial (IA) han comenzado a converger en un campo creativo emergente. La IA ha demostrado ser una herramienta valiosa para los artistas que buscan nuevas formas de expresión y exploración creativa. Desde la producción de arte generado por algoritmos hasta la interacción entre humanos y robots, la IA se ha posicionado como una herramienta para abrir nuevos caminos en el mundo del arte. Una de las aplicaciones más notables de la IA en el campo de las prácticas artísticas es la producción de arte generativo o procedural. Y es que los algoritmos pueden aprender patrones y estilos artísticos y luego crear nuevas obras de arte basadas en ese conocimiento. Esto ha llevado a la creación de un tipo de piezas disruptivas y sorprendentes. Además, la IA está permitiendo a los artistas crear proyectos interactivos que cambian en tiempo real en función de la interacción con los espectadores. Por ejemplo, los visitantes de una exposición pueden interactuar con un robot artista que usa IA para crear obras de arte únicas basadas en la conversación y los gestos de la experiencia a nivel usuario.

Entre los principales inconvenientes que surgen al tratar el arte realizado con inteligencia artificial es el cuestionamiento de la autoría, concepto que, en el territorio de la producción artística, está íntimamente vinculado a la creatividad, el talento o la genialidad. El temor de ser sustituidos por una máquina levanta suspicacias. Y posiblemente no sea tanto por reconocer el alarde técnico de programar un algoritmo capaz de crear una obra de arte, sino por la inseguridad que produce en el espectador el no poder distinguir si una pieza ha sido creada por un ser humano o por una máquina. Es un terreno resbaladizo, que sin duda, afecta a algunos de los principios fundamentales de nuestra concepción del arte y la creatividad, pues siempre hemos considerado que estas son cualidades genuinamente humanas e imposibles de replicar.

Mario Klingemann, "Memories of Passersby I". Instalación de la obra subastada en Sotheby's. (Imagen de La Vanguardia)

En conexión con este tema, surgen otras dificultades como el reconocimiento de la autoría y los derechos de propiedad intelectual asociados a la obra. ¿Quién es el verdadero creador? ¿Podría un algoritmo ver reconocidos sus derechos de copyright? En realidad, la respuesta a estas incógnitas es sencilla, ya que tales derechos sólo son aplicables a los seres humanos. El futuro, no obstante, está por escribir y quizás lleguemos a un mundo distópico (o utópico) donde las máquinas disfruten también de este reconocimiento. Mientras eso no suceda, la inteligencia artificial siempre será el resultado de un trabajo de diseño y programación auténticamente humanos que da lugar a los códigos y algoritmos que luego se emplean, en este caso, para crear arte. Aunque existe el término “creatividad computacional” para referirse al estudio del comportamiento del software cuya actuación y resultados pueden considerarse creativos, aún no se ha dado la tesitura en que dudemos de la creatividad humana. De hecho, en los años 50 se había diseñado el test Turing para analizar el grado de inteligencia que mostraba un software. Conforme a este método, si en un conjunto de objetos, en el que se habían mezclado algunos hechos por ordenador y otros hechos por el hombre, no se podían distinguir unos de otros, entonces es que el software inteligente funcionaba correctamente. La prueba original consistía en un listado de preguntas que la máquina debía responder, algo muy similar a los interrogatorios representados en Blade Runner para identificar a los replicantes.

Lars Dietrich, “Lily. A Modernised Music Box”. Colección SOLO.

Hoy sabemos que el concepto de inteligencia es una noción compleja y que viene determinada por muchos factores del individuo, por lo que dar una respuesta coherente a una pregunta dada no sería suficiente para determinar si hay verdadera inteligencia. Es más, este calificativo aplicado a los códigos programados de la actualidad viene a identificar más bien la “autonomía” con la que estos software y algoritmos trabajan. En todo ello conviene tener presente que para generar una nueva obra, es necesario alimentar previamente una base de datos que permita al código identificar patrones y replicarlos en una creación diferente. Nada de esto puede hacerse solo; desde la elección del banco de imágenes hasta la configuración del sistema de codificación específico que se elabora, cuya sintaxis puede orientar a la máquina a identificar movimiento o identificar retratos, el factor humano sigue siendo imprescindible.

Obra creada con DeepDream. Programa desarrollado por investigadores de Google en 2015.

Aunque nos asalten las dudas y la incertidumbre, debemos reconocer que la incorporación de la inteligencia artificial abre un horizonte de posibilidades infinitas en el que muchos creadores quieren adentrarse. Se trata de una ventana más de exploración que contribuye a expandir los límites de lo factible y facilita nuevos lenguajes en los que muchas veces se requiere la intervención del espectador. Desde hace tiempo, y especialmente desde el comienzo del nuevo milenio, el arte quiere trascender sus espacios habituales y superar la tradicional relación contemplativa que durante amplios períodos de tiempo ha mantenido con el público. Ahora se hace necesario que el mensaje cale a través de una participación activa de los espectadores, que sea precisamente el público quien ayude a completar el discurso o intervenga de algún modo en el resultado final de las obras. Y para esto, la inteligencia artificial es una herramienta que permite explorar nuestra creatividad hasta donde seamos capaces de permitírselo.

 

LECTURAS: RECORRIDOS COMISARIADOS X ART MADRID'25

Art Madrid'25 presenta Lecturas: Recorridos Comisariados X Art Madrid, una iniciativa de mediación cultural que busca acercar al público a las obras expuestas en la feria. A través de recorridos guiados por las historiadoras del arte y divulgadoras culturales Eugenia Tenenbaum y Clara González Freyre de Andrade, se explorarán distintas perspectivas sobre la creación contemporánea y su relevancia en la sociedad actual.

Cada recorrido temático incluirá una selección de diez obras, con un discurso curatorial que facilitará la comprensión y apreciación del arte contemporáneo más allá de la mera contemplación. Estas visitas guiadas permitirán a los asistentes interactuar directamente con los comisarios, enriqueciendo su conexión con las piezas y con la visión de los artistas.

Con esta segunda edición, Lecturas: Recorridos Comisariados X Art Madrid refuerza el compromiso de Art Madrid con la difusión y el entendimiento del arte contemporáneo, ofreciendo una experiencia inmersiva que amplía los canales de recepción y atrae a nuevos públicos.


CENTRO Y PERIFERIA: TENSIONES Y DIÁLOGOS EN EL ARTE CONTEMPORÁNEO. RECORRIDO COMISARIADO POR EUGENIA TENENBAUM

Si el lenguaje funciona, en muchos casos, a través de binomios que pierden tanto fuerza como significado si son aislados de su contexto y sus semejantes semánticos, el pensamiento también. ¿Hasta qué punto somos conscientes de las nociones de “centro” y “periferia” a la hora de acercarnos a los discursos artísticos y tendencias culturales? ¿Podemos subvertir lo canónico, priorizando y privilegiando todo aquello que hasta ahora fue expulsado del centro, sin incurrir en las mismas jerarquías que tratamos de evitar? ¿Están agotadas ya las conversaciones sobre centro y periferia, sobre lo considerado propio y lo entendido como ajeno? A través de este recorrido, Eugenia Tenenbaum explora otras formas de entablar una conversación sobre arte contemporáneo con la finalidad de replantear los significantes culturales en busca de otros significados, construyendo nuevas vías de análisis e interpretación de los entornos culturales y proponiendo un nuevo urbanismo mental diseñado a medida de las tensiones existentes entre ambos conceptos.


SELECCIÓN DE ARTISTAS Y GALERÍAS:

Brenda Cabrera — Collage Habana. Francisco Mayor Maestre — Galería Aurora Vigil-Escalera. Mico Rabuñal — Galería Aurora Vigil-Escalera. Tadanori Yamaguchi — Galería Aurora Vigil-Escalera. Idoia Cuesta — Galería Arancha Osoro. Mária Svarbová — Galería Bat Alberto Cornejo. Jan Schüler — 3 Punts Galería. Samuel Salcedo — 3 Punts Galería. Francesca Poza — Alba Cabrera Gallery. Marta Sánchez Luengo — Galería María Aguilar. Sun Pei-Mao — Yiri Arts. Tiffany Alfonseca — Galería OOA. Miska Mohammed — Galería OOA. Núria Torres — Inéditad Gallery.


SOBRE EUGENIA TENENBAUM

Historiadora del arte especializada en perspectiva de género, Eugenia Tenenbaum se dedica a la divulgación cultural y la crítica de arte en redes sociales, principalmente Instagram y Patreon. Como comunicadora también trabaja impartiendo visitas guiadas, ponencias y talleres sobre arte, feminismos y el impacto que tienen las relaciones de género en la creación, recepción y difusión de la producción artística en congresos, universidades, institutos, museos y otros espacios. En 2022 publicó su primer libro, "La mirada inquieta", un ensayo sobre arte, y en abril de 2023 su primer trabajo de ficción, "Las mujeres detrás de Picasso”.


Eugenia Tenenbaum. Imagen cortesía de la comisaria.


DESDE LOS MÁRGENES. HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA HISTORIA DEL ARTE. RECORRIDO COMISARIADO POR CLARA GONZÁLEZ FREYRE DE ANDRADE

La historia del arte es también la historia de sus ausencias. Durante siglos, el relato artístico oficial se construyó sobre un canon que fijó qué artistas, estilos y discursos merecían ser recordados. Así, mujeres, personas racializadas y artistas cuya concepción creativa desafiaba este discurso, fueron sistemáticamente excluidos de la narrativa oficial. Su arte, sin embargo, nunca dejó de existir en los márgenes.

Hoy, esas voces ya no solo habitan los límites, sino que reclaman los espacios que históricamente debieron ocupar. Este recorrido propone explorar a quienes, desde esa periferia histórica – ya sea geográfica, social y/o conceptual – redefinen la creación artística tradicional, mirando hacia el futuro. Un recorrido integrado por obras que cuestionan los límites entre lo político y lo estético, abordando cuestiones como el género, la identidad o la memoria. Más allá de ser “bello” (apelativo que históricamente ha venido ligado con el arte), las obras seleccionadas se presentan como una herramienta de cambio, capaz de abrir diálogos, desafiar lo preconcebido y proponer otras maneras de habitar el mundo.


SELECCIÓN DE ARTISTAS Y GALERÍAS:

Albert Bonet — Inéditad Gallery. Veljko Vučković — Aria Art Gallery. Tiffany Alfonseca — OOA Gallery. Khalid El Bekai — Galería Espiral. Brenda Cabrera — Collage Habana. Lara Padilla — 3 Punts Galería. Katharina Arndt — Ting Ting Art Space. Antonio Ovejero — CLC Arte. Gemma Alpuente — Canal Gallery. Carolina Bazo — O Art Project.


SOBRE CLARA GONZÁLEZ FREYRE DE ANDRADE

Clara González Freyre de Andrade es historiadora del arte, con máster en Crítica y Comunicación Cultural. Más conocida como Claramore, actualmente se dedica a la divulgación cultural, destacando por su presencia en redes sociales como Instagram, TikTok o YouTube. Con su trabajo, trata de aportar a la democratización del arte y a la construcción de una disciplina más inclusiva, dando visibilidad a colectivos históricamente oprimidos y aplicando a su divulgación la perspectiva de género. En este sentido, ha publicado su primer libro, Un Van Gogh en el salón (Temas de hoy, 2024), que trata la historia del arte desde un punto de vista ameno y cercano, pero con su parte crítica que invita a la reflexión. Además, ha colaborado con medios como El Grito (El Confidencial), El Orden Mundial, Muy Historia o Yorokobu, ofrece visitas a museos y participa en conferencias en instituciones asiduamente.


Clara González Freyre de Andrade. Imagen cortesía de la comisaria.





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