Art Madrid'24 – ARTE E INTELIGENCIA ARTIFICIAL: ¿EL FIN DE LA CREATIVIDAD HUMANA?

Los usos de la inteligencia artificial (IA) se extienden a diversos aspectos de nuestra realidad con potenciales aplicaciones que van desde el diseño de patrones de comportamiento social, la predicción de fluctuaciones económicas o el tratamiento de datos para el desarrollo de medidas políticas en tiempos de crisis. Todo ello nos muestra un porvenir futurista que aún seguimos viendo como una película de ciencia ficción, quizás en gran parte, debido a la abundancia de explicaciones y el uso de términos que nuestras mentes aún no son capaces de trasladar a un plano tangible. Además, la unión de los vocablos “inteligencia” y “artificial” para referirse a estos avances, genera a su vez una sombra de duda sobre el valor que la intervención humana sigue teniendo en este contexto. ¿Llegaremos a ser prescindibles?

Pierre Fautrel, del colectivo Obvious, “Edmond de Bellamy”. Retrato creado con IA, 2018. (Imagen de Christie's)

El mundo del arte no es ajeno a esta realidad y muchos aventuran que el arte realizado mediante inteligencia artificial será el gran movimiento artístico del siglo XXI. Aunque las investigaciones sobre estos métodos comenzaron en las últimas décadas del siglo pasado, el asunto ganó popularidad desde que en agosto de 2018 se subastó por primera vez en Christie’s una obra realizada por inteligencia artificial: Portrait of Edmond de Belamy (2018) que fue vendida tras más de seis minutos de pujas por 380.000 euros. Al poco tiempo, sucedía otro tanto con Memorias de los transeúntes I (2019) de Mario Klingemann, subastada en Sotheby’s por 46.450 euros.

Es un hecho que en los últimos años, el arte y la inteligencia artificial (IA) han comenzado a converger en un campo creativo emergente. La IA ha demostrado ser una herramienta valiosa para los artistas que buscan nuevas formas de expresión y exploración creativa. Desde la producción de arte generado por algoritmos hasta la interacción entre humanos y robots, la IA se ha posicionado como una herramienta para abrir nuevos caminos en el mundo del arte. Una de las aplicaciones más notables de la IA en el campo de las prácticas artísticas es la producción de arte generativo o procedural. Y es que los algoritmos pueden aprender patrones y estilos artísticos y luego crear nuevas obras de arte basadas en ese conocimiento. Esto ha llevado a la creación de un tipo de piezas disruptivas y sorprendentes. Además, la IA está permitiendo a los artistas crear proyectos interactivos que cambian en tiempo real en función de la interacción con los espectadores. Por ejemplo, los visitantes de una exposición pueden interactuar con un robot artista que usa IA para crear obras de arte únicas basadas en la conversación y los gestos de la experiencia a nivel usuario.

Entre los principales inconvenientes que surgen al tratar el arte realizado con inteligencia artificial es el cuestionamiento de la autoría, concepto que, en el territorio de la producción artística, está íntimamente vinculado a la creatividad, el talento o la genialidad. El temor de ser sustituidos por una máquina levanta suspicacias. Y posiblemente no sea tanto por reconocer el alarde técnico de programar un algoritmo capaz de crear una obra de arte, sino por la inseguridad que produce en el espectador el no poder distinguir si una pieza ha sido creada por un ser humano o por una máquina. Es un terreno resbaladizo, que sin duda, afecta a algunos de los principios fundamentales de nuestra concepción del arte y la creatividad, pues siempre hemos considerado que estas son cualidades genuinamente humanas e imposibles de replicar.

Mario Klingemann, "Memories of Passersby I". Instalación de la obra subastada en Sotheby's. (Imagen de La Vanguardia)

En conexión con este tema, surgen otras dificultades como el reconocimiento de la autoría y los derechos de propiedad intelectual asociados a la obra. ¿Quién es el verdadero creador? ¿Podría un algoritmo ver reconocidos sus derechos de copyright? En realidad, la respuesta a estas incógnitas es sencilla, ya que tales derechos sólo son aplicables a los seres humanos. El futuro, no obstante, está por escribir y quizás lleguemos a un mundo distópico (o utópico) donde las máquinas disfruten también de este reconocimiento. Mientras eso no suceda, la inteligencia artificial siempre será el resultado de un trabajo de diseño y programación auténticamente humanos que da lugar a los códigos y algoritmos que luego se emplean, en este caso, para crear arte. Aunque existe el término “creatividad computacional” para referirse al estudio del comportamiento del software cuya actuación y resultados pueden considerarse creativos, aún no se ha dado la tesitura en que dudemos de la creatividad humana. De hecho, en los años 50 se había diseñado el test Turing para analizar el grado de inteligencia que mostraba un software. Conforme a este método, si en un conjunto de objetos, en el que se habían mezclado algunos hechos por ordenador y otros hechos por el hombre, no se podían distinguir unos de otros, entonces es que el software inteligente funcionaba correctamente. La prueba original consistía en un listado de preguntas que la máquina debía responder, algo muy similar a los interrogatorios representados en Blade Runner para identificar a los replicantes.

Lars Dietrich, “Lily. A Modernised Music Box”. Colección SOLO.

Hoy sabemos que el concepto de inteligencia es una noción compleja y que viene determinada por muchos factores del individuo, por lo que dar una respuesta coherente a una pregunta dada no sería suficiente para determinar si hay verdadera inteligencia. Es más, este calificativo aplicado a los códigos programados de la actualidad viene a identificar más bien la “autonomía” con la que estos software y algoritmos trabajan. En todo ello conviene tener presente que para generar una nueva obra, es necesario alimentar previamente una base de datos que permita al código identificar patrones y replicarlos en una creación diferente. Nada de esto puede hacerse solo; desde la elección del banco de imágenes hasta la configuración del sistema de codificación específico que se elabora, cuya sintaxis puede orientar a la máquina a identificar movimiento o identificar retratos, el factor humano sigue siendo imprescindible.

Obra creada con DeepDream. Programa desarrollado por investigadores de Google en 2015.

Aunque nos asalten las dudas y la incertidumbre, debemos reconocer que la incorporación de la inteligencia artificial abre un horizonte de posibilidades infinitas en el que muchos creadores quieren adentrarse. Se trata de una ventana más de exploración que contribuye a expandir los límites de lo factible y facilita nuevos lenguajes en los que muchas veces se requiere la intervención del espectador. Desde hace tiempo, y especialmente desde el comienzo del nuevo milenio, el arte quiere trascender sus espacios habituales y superar la tradicional relación contemplativa que durante amplios períodos de tiempo ha mantenido con el público. Ahora se hace necesario que el mensaje cale a través de una participación activa de los espectadores, que sea precisamente el público quien ayude a completar el discurso o intervenga de algún modo en el resultado final de las obras. Y para esto, la inteligencia artificial es una herramienta que permite explorar nuestra creatividad hasta donde seamos capaces de permitírselo.

 

ART MADRID’25 PRESENTA LAS GALERÍAS PARTICIPANTES Y EL PROGRAMA PARALELO DE LA EDICIÓN


Art Madrid celebra en 2025 sus veinte años de arte contemporáneo estableciéndose como evento legitimador dentro del sector de las artes visuales en España. La feria de arte contemporáneo que inició el camino al resto de ferias y eventos que hoy conviven durante una misma fecha en el calendario, vuelve a acoger a las galerías nacionales e internacionales que se dan cita durante la Semana del Arte de Madrid, en una edición que promete ser el inicio de los nuevos derroteros por los que transitará la feria.


Art Madrid’25 presenta el Programa de galerías de su 20ª edición

El programa de galerías de Art Madrid’25 es el eje principal de la feria, un punto de encuentro donde convergen diversas voces del arte contemporáneo. Conformado por una selección de galerías consolidadas, de mediana trayectoria y emergentes, el programa ofrece una visión representativa de las tendencias artísticas más recientes. A través de la experimentación y la exploración de nuevos lenguajes visuales, los artistas que participan proponen obras que reflejan los códigos estéticos y las inquietudes de nuestro tiempo. Cada edición, Art Madrid destaca por su curaduría, que incluye una cuidada selección de galerías y artistas nacionales e internacionales, mostrando el pulso de las propuestas más innovadoras que definen el presente y futuro del arte contemporáneo.

En esta 20ª edición, Art Madrid se vuelve un punto de encuentro imprescindible para quienes siguen de cerca el trabajo de galerías y artistas. La Galería de Cristal se llenará con propuestas frescas y arriesgadas de treinta y cinco galerías, tanto nacionales como internacionales, que nos invitan a repensar el arte en su forma más pura. Lo que veremos no es solo una muestra de lo mejor del momento, sino un testimonio de cómo el arte sigue desafiando convenciones, tocando emociones y ampliando los límites de lo posible.

Las propuestas expositivas, variadas en enfoques y técnicas, nos acercan a un arte que no teme experimentar y que nos impulsa a reflexionar sobre lo que nos rodea. Cada obra, más que un objeto estético, será una provocación, una invitación a mirar más allá de lo evidente. Durante la feria, será imposible no sentir cómo estas creaciones marcan su huella en la cultura actual y, al mismo tiempo, encuentran su lugar en el complejo entramado del mercado del arte, reafirmando a Art Madrid como un referente clave dentro de la escena artística nacional.

Foto cortesía de Beatriz Maestre


Las galerías españolas: Emergen nuevas voces

España estará representada por veintiuna galerías, una muestra contundente de la diversidad creativa que recorre el país. Dos de ellas participan por primera vez en Art Madrid: Galería Carmen Terreros (Zaragoza) y Canal Gallery (Barcelona), trayendo consigo una bocanada de aire fresco que promete sorprender. Diecinueve galerías vuelven a la feria, celebrando los veinte años de un evento que les abrió las puertas desde el inicio, con el compromiso compartido de seguir trabajando por el arte contemporáneo que se produce en casa. Las galerías que regresan a Art Madrid’25 son: 3 Punts Galería (Barcelona); Alba Cabrera Gallery (Valencia); Aurora Vigil-Escalera (Gijón); CLC ARTE (Valencia); DDR Art Gallery (Madrid); Galería Arancha Osoro (Oviedo); Galería BAT alberto cornejo (Madrid); Galería Espiral (Noja); Galería La Mercería (Valencia); Galería Luisa Pita (Santiago de Compostela); Galería Metro (Santiago de Compostela); Galería Rodrigo Juarranz (Aranda de Duero); Inéditad Gallery (Barcelona); Kur Art Gallery (San Sebastián); Moret Art (A Coruña); OOA GALLERY (Sitges/Londres); Pigment Gallery (Barcelona); Shiras Galería (Valencia) y Uxval Gochez Gallery (Barcelona).


Foto cortesía de Beatriz Maestre

Las galerías internacionales: Un diálogo sin fronteras

Pero el arte no entiende de fronteras, y por eso Art Madrid siempre ha sido un lugar de encuentro global. Este año, trece galerías internacionales ocupan sus lugares de enunciación para enriquecer la propuesta expositiva del evento. Cuatro de ellas participan por primera vez: Aria Gallery (Florencia, Italia), CHINI Gallery (Taipéi, Taiwán); Gallery 1000A (Nueva Delhi, India) y Ting Ting Art Space (Taipéi, Taiwán), aportarán una visión fresca y diversa, consolidando a Art Madrid como una feria en expansión hacia el escenario del arte contemporáneo internacional. Junto a estas, otras como Collage Habana (La Habana, Cuba); Galeria Sâo Mamede (Lisboa, Portugal); Galleria Stefano Forni (Bolonia, Italia); Jackie Shor Projects (São Paulo, Brasil); Loo & Lou Gallery (París, Francia); Nuno Sacramento Arte Contemporânea (Ílhavo, Portugal); O-Art Project (Lima, Perú),Trema Arte Contemporânea (Lisboa, Portugal) y Yiri Arts (Taipéi, Taiwán), que una edición más vuelven a confiar en Art Madrid como apuesta segura.

El recorrido por estos veinte años de arte contemporáneo ha sido un hito al que arribamos con el mismo compromiso del proyecto en ciernes que una vez modificó el paisaje de las ferias en España y desde entonces ha sido partícipe y testigo del crecimiento de una escena artística amable, diversa, fuerte y en constante evolución.


Foto cortesía de Beatriz Maestre

Programa paralelo: Cartografías sensibles sobre el Territorio Ciudad

El Programa Paralelo de Art Madrid'25 trasciende los límites de la feria, proponiendo un vínculo dinámico entre el arte y la ciudad. Bajo el concepto de Territorio y Ciudad, esta edición lleva el arte a los espacios urbanos, a los rincones cotidianos que conforman la memoria y el presente de Madrid.

Entre las actividades destacadas se incluyen experiencias de realidad aumentada y digitales, videocreación e instalaciones efímeras, e intervenciones urbanas que dialogan directamente con la ciudad de Madrid. Estas acciones amplían el trabajo de los artistas hacia el entorno urbano, activando una conversación continua entre el arte y el territorio. De este modo, la ciudad se convierte en un laboratorio creativo donde lo cotidiano y lo artístico se entrelazan, abriendo nuevas formas de conexión entre la comunidad y el arte.

El programa también explora las geografías emocionales e identitarias que atraviesan Madrid, invitando a reflexionar sobre el significado de pertenecer a un lugar y cómo las prácticas artísticas transforman nuestra relación con el espacio. A través del tema: Territorio y Ciudad el programa paralelo de Art Madrid’25 construye un mapa que conecta lo local con lo global, lo íntimo con lo colectivo, y abre una experiencia sensorial que estrecha los lazos entre el arte, el territorio como un concepto expandido y la ciudad como un contenedor de realidades sensibles.

El Programa Paralelo de Art Madrid'25 invita a explorar las intersecciones entre arte, espacio público y comunidad, convirtiendo a Madrid en un territorio-ciudad de creación y reflexión compartida.


Foto cortesía de Beatriz Maestre

En esta 20ª edición, celebramos con orgullo el recorrido de nuestra feria y agradecemos profundamente el apoyo y la confianza de artistas, galeristas, coleccionistas y amantes del arte que han sido clave para que Art Madrid siga adelante con la mirada puesta en el futuro. No ha sido un camino fácil, pero hemos comprendido la importancia de que un evento como este perdure, se consolide en el circuito del mercado del arte nacional y se convierta en una puerta de acceso a la escena artística internacional.