ARTE CON LIBROS Y LIBROS EN EL ARTE
25 abr. 2019
actualidad
Los libros son mucho más que un objeto. Su contenido es capaz de albergar infinitos universos, ser fuente inagotable de conocimiento y transportarnos a lugares reales e irreales donde reine la imaginación, de otro tiempo, de otra dimensión. Por los libros se ha vertido sangre, se ha prohido, censurado, reprimido y aniquilado. También con ellos se han abierto puertas a la libertad, el intercambio, la tolerancia y el saber. Tal es el poder de un libro, que se ha convertido en un objeto de culto. ¿Quién no ha abierto un libro nuevo en una librería y olido sus páginas? Nos gusta leerlos, verlos en nuestras estanterías, ordenarlos, dejarlos abiertos bocabajo, llevarlos en el bolso, leerlos en el metro, prestarlos, pedirlos, devolverlos, y darles una segunda vida. Y esta misma pasión es compartida por muchos artistas que hacen del libro su materia prima de trabajo.

El artista Schaduwlichtje es capaz de transformar las páginas impresas a base de dobleces y pliegues. De este modo consigue crear estas sorprendentes esculturas sin necesidad de tijeras. Este matemático holandés comenzó a trabajar sobre el papel al incorporarse como voluntario en la librería Books4life en 2013.

Otros autores se centran en aprovechar la parte exterior de los libros para sus composiciones. Este es el caso de Mike Stilkey, un artista que trabaja con ejemplares usados y desechados para crear enormes muros de libros apilados sobre los que aplica pintura para crear sus obras. En ocasiones, el propio color de la cubierta determina el tipo de pieza que va a dibujar. Sus composiciones son intrigantes y sobrecogedoras.

Por su parte, Jonathan Callan reaprovecha revistas, fancines y libros como elemento de trabajo principal. Sus obras reutilizan estos materiales eliminando las referencias a su uso original, de modo que doblas las hojas y curva las portadas hasta conseguir unas composiciones abstractas con formas que nos recuerdan las estructuras orgánicas del coral o la forma de crecer el liquen en la corteza de los árboles.

Es muy conocido el trabajo de Alicia Martín, que desde hace años utiliza los libros en esculturas de gran formato para crear propuestas de enorme impacto visual. En forma de cascada que se precipida desde una ventana o como una enorme espiral que imita un torbellino de agua, sus piezas sorprenden y enamoran por igual.

Mucho más sutil es la obra de Beatriz Díaz Ceballos. Su trabajo se basa en la palabra escrita, y emplea los libros como fuente infinita de textos impresos de los que las palabras brotan en cascadas. Sus propuestas semejan alegorías de cuentos que nos remiten a imágenes de fantasía y ensoñación.