Jackson Pollock en el MOMA de NY
26 abr. 2016
exposiciones
La carrera artística de Jackson Pollock, “Jack the Dripper” ( Jack el Goteador) sobrenombre cariñoso con el que se le conocía en el medio, evolucionó por diferente técnicas y materiales a pesar de tener toda su producción, aparentemente, su personalísimo estilo. Ahora, con “Jackson Pollock: A Collection Survey, 1934-1954”, la exposición desarrollada con los valiosos fondos del Museum of Modern Art de Nueva York, se puede hacer seguimiento de 20 años de vida y obra y ampliar con nuevas perspectivas el papel que jugaron el dibujo y la obra gráfica en el desarrollo de la obra de Pollock.
Su goteo, su pintura vertida, sus chorretones, han hecho de su estilo uno de los más reconocibles y copiados del mundo y hasta el 1 de mayo, de manera inigualable, se puede apreciar cómo Pollock llegó a él gracias a la selección de 58 obras de la colección permanente del MOMA. Desde sus primeras influencias clásicas, de maestros como Rubens o El Greco, a los grandes muralistas mexicanos, hasta deslumbrarse por la obra de Picasso, Jackson Pollock (1912–1956) fue evolucionando hacia el expresionismo abstracto sirviéndose para ellos de experimentación con papel, impresión, performance…
Sus temas también evolucionaron pero siempre se mostró interesado por los mitos originarios, el subconsciente y el psicoanálisis. Desde sus obras de los años 30, en las que la pintura primitiva, los elementos míticos y el carácter “rupestre” marcan el inicio de su viaje artístico personal hasta sus famosísimas “dripping paintings”, abstracciones radicales a partir de goteos y vertidos de pintura sobre enormes lienzos de los años 50.
Grabados y dibujos nunca vistos, litografías y serigrafías, la exposición pone de relieve la experimentación incesante y el énfasis en el proceso que estaba en el corazón de la creatividad de uno de los artistas americanos más influyentes del siglo XX.