Mi obra tiene un punto donde confluyen la pintura y las prácticas digitales. Hago una obra deudora del pasado, de esos grandes maestros de la pintura que además de ejercer una gran influencia sobre mi trabajo, han generado un impacto innegable sobre la memoria visual y la cultura colectiva. En ese sentido, las redes sociales son un repositorio en el que se vierte, en tiempo real, la cultura visual de nuestro tiempo. Entender el funcionamiento de sus algoritmos, el uso del hashtag y de los motores de búsqueda es parte de mi proceso de investigación. De la conjunción entre las tecnologías y la pintura emergen piezas que, si bien tienen un resultado pictórico, marcado por la expresividad de los empastes del óleo sobre el lienzo y mi manera poética de sentir el arte, guardan una estrecha relación con las múltiples formas de representación digital entre ceros y unos.