Alfredo Casali, en sus inicios pretendía interpretar a su manera el mundo imaginario y surrealista. En los años 80 comenzó a experimentar con poesía visual teniendo como resultado un lenguaje original basado en algunos elementos arquetípicos: casas, mesas, montañas, árboles. Además, el conocimiento de la filosofía era importante para definir su visión (en 1983 Casali se graduó de la Universidad de Bolonia con un título en filosofía bajo la supervisión de Luciano Anceschi), pero lo más importante fue desarrollar su lenguaje, que en la superficie de la pintura se define como un diagrama de interioridad profundamente vivida. Giovanni Fumagalli fue una de las primeras personas que admiraban las obras de Casali. Apoyaba al artista en su galería (la Galería delle Ore di Milano) y entre 1986 y 1996 se convirtió en su guía y maestro. En 1993, Casali fue invitado a participar en la XXXII Bienal de Arte Città di Milano. También en 1993 y luego en 1999, participó en la III y IV Biennale di Cremona, respectivamente). Tuvo muchas exposiciones en Italia y en el extranjero, por ejemplo en 2011 en el Centro Culturale San Fedele de Milán, en 2012 en el Museo d’arte en Mendrisio, Sogno e Confine. Casali, Cemak, Folon e Giacomelli en Galleria Biffi en Piacenza, en 2014 La natura obliqua. Alfredo Casali, Angelo Del Bon, Mario Giacomelli presso il Chiostro Arte Contemporanea en Saronno y exposición individual en Galleria Ceribelli en Bérgamo.