La fotografía de Rocío Verdejo se puede enmarcar dentro de la fotografía escenificada contemporánea y destaca por sus cuidadas composiciones mostrando una realidad muy cercana a la óptica del cine llena de símbolos y referencias que interpelan al espectador con unos juegos de luces muy sutiles. Sus fotografías narrativas nos invitan a reflexionar sobre cuestiones de gran carga emocional con una estética sofisticada muy vinculada al universo de la moda y personajes habitualmente femeninos. Su última serie Alegoría de la memoria nace de su proyecto más personal llamado La construcción de mi memoria en el que Verdejo, ante la ausencia de recuerdos entre los 0 y los 18 años, reflexiona sobre los temas más impactantes de ese periodo de los que le gustaría tener algún recuerdo. A raíz de este sorprendente proyecto surge Alegoría de la memoria, en el que la artista indaga en la memoria pero sin esa parte autorreferencial anterior. Para Verdejo la memoria es una mujer ancestral conectada con la naturaleza, que como si de una criatura fantástica de la mitología se tratara, habita en su morada recibiendo las experiencias que transformará en recuerdos.