El artista plástico Riera i Aragó estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes en Barcelona. Se ha dedicado tanto a la obra gráfica como a la pintura y a la escultura. Recrea en su obra un mundo de máquinas y artilugios que, en clave de humor, recuerdan los que se describen en los relatos de ciencia ficción decimonónicos, en ocasiones con cierto patetismo. De este modo, critica el irracional deslumbramiento ante el poder de la máquina, como símbolo de progreso, omnipresente todavía en el siglo XX. Ha realizado incontables exposiciones individuales y colectivas y está presente en diferentes colecciones de Museos.

Como uno de los continuadores de aquellas vanguardias, mantiene en sus inicios una especial sensibilidad por los materiales tradicionales -hierro, bronce, madera...- que, muchas veces, recupera y recicla para enfocar todo su discurso plástico en el entorno de la arqueología del maquinismo.