Art Madrid'25 – ENTREVISTA A LINO LAGO, ARTISTA CRÍTICO E IRÓNICO CON UN INNEGABLE DOMINIO TÉCNICO

“Todo lo que sea reducir el arte a un discurso subjetivo, subconsciente y espiritual, es un camelo absoluto que desprestigia el mundo del arte”.

Lino Lago busca la inspiración en la vida cotidiana para crear una pintura con una gran carga conceptual. En su serie más reciente titulada Fake Abstract, que expondrá en Art Madrid con la galería Moret Art, juega con los elementos característicos de la pintura abstracta: línea y color, de tal manera que bajo una pintura de colores planos se adivinan, a través de líneas, célebres retratos clásicos.

Su trabajo ha sido expuesto en destacados espacios de renombre nacionales e internacionales como el Flint Institute de Michigan o la destacada George Adams Gallery de Nueva York y ha participado en importantes ferias como Arco, Art Miami o Art Fair “SH Contemporary 09″ de Shangai.

 

Moret Art trae de nuevo tu obra a la feria. ¿Cómo sientes que encaja tu trabajo en Art Madrid?

Hoy las obras de arte reflejan el individualismo de sus autores, las obras de arte son móviles, viajan y encajan en cualquier lugar. Sobra decir que este individualismo es un rasgo generalizado. Existe otro arte más académico que es el arte institucionalizado, menos libre. El arte de las instituciones y museos estatales es el único que se encuentra con una normatividad seria a la hora de “encajar” en tales instituciones. Hablamos en este caso normalmente de arte propagandístico. Las ferias de arte son generalmente el sitio perfecto para encontrar un arte libre (si es que esto fuese posible o tuviera sentido en alguna medida o si entendemos el arte como un fenómeno social basado en la libertad).

 

En tu obra podemos apreciar el cuestionamiento sobre la mirada como concepto de abstracción. ¿Cómo crees que se mira el arte contemporáneo hoy día?

Hay una corriente social que mira al arte con bastante crítica y escepticismo. Yo creo que esto es muy sano y tiene un fundamento que no se quiere analizar en profundidad. Si lo comparamos con otros ámbitos entenderíamos por qué. Por ejemplo en el deporte vemos claramente una “justicia” más natural. Gana quien es objetivamente el más rápido, el más fuerte. El talento en el mundo del deporte es algo evidente y quizá por eso mismo el deporte es algo muy despreciado por el mundo del arte. Creo que cualquiera puede sacar sus conclusiones. Por supuesto que el arte es (en teoría) un fenómeno intelectual, lo que no significa que el arte convierta en inteligente a todo aquel que lo toca, como no convierte en Maradona a todo él que toca una pelota. Como fenómeno intelectual es imposible que el arte carezca de grandes dosis de argumentaciones tramposas, falsos juicios, sofismas...charlatanería.

 

Tu trabajo ha sido reconocido a nivel internacional de manera reiterada. ¿Crees que la legitimación artística es un espacio dinámico?

Más que dinámico. Los resultados que necesita un artista son el fruto de la relación del artista y su obra con la sociedad. Esto es algo que no se aprende en ninguna universidad.

 

¿En qué te sientes comprometido como artista?

Con la libertad. Esta es una palabra casi excluida de toda la parafernalia del arte actual. Soy muy crítico con el arte institucionalizado que no es más que una Academia. Yo en mis obras introduzco la academia decimonónica como una forma irónica de apuntar a este problema: creo que la educación y la filosofía posmoderna ha sido y es un fraude que ha reducido la capacidad intelectual de las humanidades.

 

La crítica a través de la ironía sobre un gran dominio técnico es tu sello de indentidad. Aunque tienes una obra diversa, ¿sientes una identificación unitaria en el conjunto de obras? ¿Crees que eso se genera de manera consciente o es una proliferación artística natural?

En mi caso es consciente. Además es un proceso de mucho trabajo. Hablar de naturalidad y sobre todo hablar de inconsciencia en el arte es una aberración. Todo lo que sea reducir el arte a un discurso subjetivo, subconsciente y espiritual, es un camelo absoluto que desprestigia el mundo del arte.

 

¿Crees que la originalidad artística es cada vez más difícil de encontrar? ¿Es ahí donde reside el valor de una obra?

Creo que sí. Aunque lógicamente lo difícil aquí es decidir qué es ser original. En tiempos donde la hegemonía cultural está en manos de lo anecdótico pasajero, el vacío, el todo vale... Quizá lo original sea otra cosa, ¿no?

 

La galería Moret Art presentará en Art Madrid la obra reciente de los artistas: Daniel Sueiras, Xurxo Gómez-Chao, Miguel Piñeiro, Pilar Diez

 

 

La escena del arte contemporáneo en Madrid, como la ciudad misma, nunca deja de transformarse. Art Madrid, en su veinte edición, que se celebra del 5 al 9 de marzo en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, no solo presenta las tendencias más actuales, sino que también nos invita a cuestionar nuestra forma de habitar el mundo.


Miska-Mohmmed. Suburbios. 2022. Cortesía OOA Gallery.


Tras un año de trabajo enfocado en la organización de esta nueva edición, nos encontramos en la cúspide del proceso: la feria está a punto de comenzar. Superada la fase más ardua, somos plenamente conscientes de nuestra misión: ser la plataforma que conecta a una inmensa diversidad de artistas con el público. Queremos que su voz llegue a ti, ya sea a través de nuestra comunicación o con tu visita a la feria.

Este año, Art Madrid reúne a cerca de doscientos artistas procedentes de veintisiete países, representados por treinta y cuatro galerías de diez naciones. Desde Taiwán hasta México; desde Cuba hasta Portugal; desde Italia hasta Brasil; desde Japón hasta España, trazando un itinerario por República Dominicana, Perú, Alemania, Sudáfrica, Francia, Reino Unido, Colombia, Uruguay, Venezuela, Bélgica, Polonia, El Congo, Países Bajos, Marruecos, Argentina, Eslovaquia, Sudán, Austria y Serbia. La riqueza y diversidad a las que nos vemos expuestos durante cinco días, indican que hoy los mapas van cambiando de lugar, o de color como reza el trovador en aquella canción. Ya no hablamos sólo de fronteras físicas; los mapas actuales son fluidos y transitorios. Representan nuestra identidad, nuestra memoria, nuestras conexiones humanas.


Ruddy Taveras. La llave del tesoro. 2024. Cortesía Galería Luisa Pita.


Los artistas de Art Madrid, con sus obras que abarcan desde la pintura hasta la instalación, nos invitan a explorar esta incertidumbre, a cuestionarnos y, sobre todo, a descubrir nuevas posibilidades.

Históricamente, los mapas han sido herramientas para comprender el espacio y situarnos en el mundo. Sin embargo, hoy más que nunca, esos mapas, como los territorios que representan, son cuestionables, han mutado, se han digitalizado, se han fragmentado. Y mientras esto ocurre, el arte sigue siendo el medio a través del cual, paradójicamente, podemos encontrar puntos de referencia, direcciones y sentidos. Art Madrid, al igual que otros grandes eventos que muestran el pulso del arte contemporáneo, no es ajeno a esta reconfiguración.


Khalid El Bekay. África. Díptico. 2024. Cortesía Galería Espiral.


Ante un sector que a veces peca de inercia, nos preguntamos cómo hacer que tantas miradas, estilos y discursos convivan en un mismo espacio durante cinco días. Esa pregunta nos lleva a una reflexión más amplia sobre los límites geográficos e ideológicos que hoy habitamos.

Las treinta y cuatro galerías participantes nos acercan a un universo de creadores que, aunque diversos en técnicas y enfoques, comparten una inquietud común: la necesidad de reinterpretar el mundo desde nuevas perspectivas. Lo que antes parecía inmutable, ahora se transforma constantemente. La globalización, la tecnología, la política y la crisis climática han alterado los mapas que antes nos guiaban. Pero en cada cambio hay una oportunidad, un territorio de creación. Y ahí es donde entra el arte: como un vehículo para imaginar nuevas cartografías.

Los mapas, como las identidades, son construcciones en permanente evolución. En lugar de marcar fronteras, hoy el arte nos invita a borrarlas. Con la presencia de más de treinta galerías internacionales, Art Madrid refuerza su carácter global y su capacidad para trascender lo geográfico. Aquí, los artistas no trabajan sobre mapas preexistentes; los reinventan con cada creación.


Francesca Poza. Emociones. 2024. Cortesía Galería Alba Cabrera.


Las obras que se presentan en la feria no están confinadas a un soporte. A través de la pintura, la escultura, la instalación y las nuevas tecnologías, los artistas exploran cómo nos posicionamos en un mundo donde las estructuras tradicionales son cada vez más fluidas. No buscan respuestas fáciles, sino que plantean preguntas esenciales: ¿Qué significa hoy pertenecer a un territorio? ¿Cómo nos afectan la globalización, la crisis climática y la era digital?

Art Madrid se convierte en un escenario donde los creadores dialogan con las grandes cuestiones de nuestro tiempo: desde lo geopolítico hasta lo emocional. Sus obras no solo buscan ser contempladas, sino que provocan, sacuden y transforman. Las fronteras del arte, al igual que las de los mapas, ya no son fijas. Ese es el reto que plantea la feria este año: cuestionarlas, expandirlas y redefinir el papel del arte en un mundo en constante transformación.


Okuda San Miguel. Born to be an angel. 2023. Cortesía 3 Punts Galería.


En esta reconfiguración, Art Madrid se posiciona como territorio donde las voces del arte contemporáneo nos ayudan a redibujar el mapa de la humanidad, tanto en su dimensión física como emocional. Porque hoy, las verdaderas fronteras no son sólo geográficas, sino también culturales, digitales y simbólicas y ser una ventana abierta a ese ejercicio experimental que es el de hacer arte, es el lugar en el que se pueden subvertir, y hasta atravesar, esas fronteras.