En 1961 en la Portal Gallery de Londres, realizó su primera exposición individual. Unos años más tarde, Hughes realizó dos obras fundamentales de perspectiva inversa, Infinity y Sticking-out Room. En la década de 1970, el nombre de Hughes comenzó a relacionarse con pinturas en las que aparecía un icónico arcoiris. Su obra se hizo tan popular que su iconografía fue trasladada a grabados, postales, objetos de descoración... Aunque el arcoíris se popularizó hasta el extremo, Hughes siempre señala que para él nunca dejó de tener un simbolismo profundo. A finales de la década de 1980, Hughes volvió a explorar la diferencia entre la perspectiva y la reversión y a solidificar el espacio. Durante los últimos 25 años, sus pinturas reversibles en 3D han sido muy solicitadas, se han expuesto en todo el mundo y figuran en muchas colecciones públicas. La experiencia de ver una pintura esculpida de Patrick Hughes en la realidad es realmente experimentar la irrealidad y la paradoja del espacio y el movimiento ilusorios.