Arquetípico afropolitano y "bon vivant", las imponentes obras expresionistas abstractas de Turay esconden narrativas referidas a su educación y experiencias internacionales entre Marruecos, Costa de Marfil y los Estados Unidos, y representan su esfuerzo para destilar la esencia de la experiencia humana contemporánea en nuestra sociedad transnacional, poscolonial y global. La práctica de Turay trasciende las nociones raciales, geográficas y sociopolíticas, sin dejar de estar arraigada en su identidad y herencia mediante la utilización de motivos culturales, principalmente máscaras ancestrales y símbolos espirituales. Las obras multimedia de Turay vibran con una energía ecléctica y cruda. Su serie reciente de obras, más abstracta e introspectiva, combina café, suntuosas pinceladas de óleo y acrílico y pigmentos naturales para crear una experiencia multisensorial y cacofónica de profundidad. Sus imágenes tienen un alcance tan cósmico que obligan al espectador a suspender su imaginación para explorar su matizada yuxtaposición de energías contrastadas. La tentación de descifrar la compleja y voluminosa muestra de tradiciones heredadas y nuevas formas de Turay, conduce a una inmersión meditativa en su historia polifónica de la existencia humana.