Tras completar su licenciatura en Artes Gráficas en Barcelona en 2008, Max Gärtner comenzó su andadura como artista visual participando en varios proyectos con su colectivo artístico, al tiempo que trabajaba de forma independiente como ilustrador y diseñador de personajes en la industria de la animación. A lo largo de los años, Gärtner ha sido prolífico en su producción artística, refinando constantemente su proceso técnico y su enfoque creativo. Su práctica ha evolucionado a medida que integraba su inclinación natural a explorar conceptos clave relacionados con el ser y la conectividad humana. En la actualidad, Gärtner ejerce como artista multidisciplinar y trabaja en sus estudios de Berlín y Bali, donde crea obras que se exponen en todo el mundo en galerías y ferias de arte.

"Considero que la línea dibujada a mano es de extrema importancia, es la base de todo mi trabajo. Dibujar a mano representa, en cierta medida, presentar lo más íntimo de uno mismo: no hay lugar para el engaño, el espectador recibe una visión sin adulterar".